A través de una conferencia de prensa celebrada recientemente en la capital Bangkok, el primer ministro tailandés Prayut Chan-o-cha trazó un objetivo gubernamental de alcanzar los seis millones de arribos internacionales durante el año en curso como una muestra de la recuperación del turismo de su país.
Además, como resultado de un estudio elaborado por la Autoridad de Turismo de Tailandia (TAT), el premier aprobó un plan de reactivación del sector para generar ingresos de 65.000 millones de dólares estadounidenses en consumo de productos y servicios locales durante 2023.
Las autoridades turísticas de Tailandia estiman que, si continúa el flujo de viajeros procedentes del exterior, en 2023 se podría llegar a los diecinueve millones de visitantes extranjeros que dejarían muy atrás los escasos 400.000 que arribaron el año pasado aunque no representaría ni la mitad de los cuarenta millones que arribaron en 2019 cuando no habían irrumpido los contagios masivos de coronavirus.
El jefe gubernamental Prayut Chan-o-chao también aprobó el cronograma de acciones del TAT para impulsar el turismo interno bajo el lema 365 días de la increíble Tailandia: viajes todos los días.
Según datos oficiales, hasta poco tiempo antes de la pandemia desatada a inicios de 2020, Tailandia era la novena nación más visitadas a nivel global por detrás de potencias turísticas como Francia, España, Estados Unidos, China, Italia, Turquía, México y Alemania.
Una vez que concluyó el aislamiento social obligatorio preventivo, desde enero hasta octubre pasado ingresaron unos 400.000 viajeros del exterior, un flujo que luego se cortó abruptamente debido a las normas restrictivas que se instauraron ante la nueva ola de la variante Ómicron.