Con el fin de potenciar este sector, el gobierno malayo planea optimizar sus servicios sanitarios, agilizar procesos migratorios y forjar alianzas internacionales en el ámbito de la salud. La proximidad geográfica entre Malasia e Indonesia favorece este intercambio, facilitando un acceso rápido y eficiente para quienes buscan atención médica de calidad. Desde Medan, en Indonesia, hay cinco vuelos diarios a Penang, un destino que ya se ha convertido en un epicentro para aquellos que requieren tratamientos médicos. Además, los costos de estos vuelos son accesibles, lo que motiva aún más a los pacientes a cruzar la frontera en busca de atención.
Estadísticas alarmantes indican que más de un millón de indonesios requieren tratamiento médico en el extranjero, generando pérdidas significativas para su sistema de salud. En contraste, los tratamientos en clínicas privadas malasias se presentan como una solución viable y atractiva. La estrategia de Malasia se fundamenta en transformar el actual mercado de turismo médico, que se estima en 500 millones de dólares en 2024, y elevarlo a cifras mucho más altas en el futuro cercano.
Los beneficios son multifacéticos porque, al mismo tiempo que los pacientes reciben atención médica, sus familiares también viajan para acompañarlos. Esto implica un incremento en la ocupación hotelera y un impulso a la economía local. Se trata de un modelo que beneficia a toda la cadena de turismo, promoviendo un entorno favorable para el desarrollo de la industria turística en general.
Aunque Penang y Melaka son los principales destinos en este momento, Malasia no se detiene ahí. Se están realizando esfuerzos para aumentar la capacidad hospitalaria, simplificar los controles de inmigración y ofrecer nuevas conexiones de transporte. Un ejemplo reciente es el lanzamiento de un servicio de ferry que conecta Batu Pahat con Indonesia, lo que facilitará aún más el acceso a sus servicios médicos.
Malasia identificó y capitalizó las deficiencias del sistema de salud indonesio que se caracteriza por largas esperas y una escasez de profesionales de la medicina. En una época donde la proporción ideal de médicos por paciente debería ser de 1:1000, en Yakarta esta cifra alcanza 1:1668, lo que da cuenta de la presión que enfrenta la atención hospitalaria en el país. Esto coloca a Malasia como una opción atractiva, ofreciendo atención médica organizada, rápida y asequible a solo una corta distancia en avión.
Para alcanzar su ambicioso objetivo, Malasia debe atraer a un número mayor de pacientes que el actual, superando el flujo proveniente de Indonesia y compitiendo con Tailandia, un líder regional en turismo médico. Este escenario competitivo imparte un sentido de urgencia a Malasia para ofrecer servicios que se destaquen en calidad y eficiencia.
El turismo médico está compuesto por tres categorías curativa, estética y preventiva y bienestar. Entre los programas médicos que se pueden realizar en el sector de turismo médico se destacan tratamientos cardiovasculares, procedimientos de cirugía estética y reparadora, procedimientos de recuperación capilar, cirugías traumatológicas, tratamientos quirúrgicos oftalmológicos, tratamientos de rehabilitación neurológica, tratamientos oncológicos, trasplantes, tratamientos quirúrgicos de la obesidad y tratamientos de fertilidad.
Considerada como una sub-rama de los viajes de salud y bienestar, el turismo médico movilizó a siete millones de personas anuales a nivel global hasta 2020 cuando irrumpió la crisis sanitaria por la pandemia de Covid-19. El escalafón elaborado por la Asociación de Turismo Médico colocó a Canadá al frente de los 46 mejores países con Singapur en segundo lugar por delante de Japón; España y el Reino Unido en tercera, cuarta y quinta ubicación respectivamente.
Un relevamiento efectuado por la consultora McKinsey & Company constató que el 40% de quienes realizaron turismo medico lo hicieron para acceder a tecnología avanzada y personal de salud altamente capacitado.