Este crecimiento no solo evidencia la recuperación del sector tras la pandemia de Covid-19 sino también un cambio en las preferencias de los consumidores porque ahora buscan cada vez más confort, exclusividad y experiencias inmersivas en sus destinos vacacionales.
Una de las estrategias clave que ha facilitado la expansión de resorts de lujo en diversas regiones, especialmente en Latinoamérica, es la reconversión hotelera. Esta práctica permite transformar infraestructuras hoteleras existentes en lujosos complejos turísticos, capitalizando la ubicación y los recursos ya disponibles.
Al optar por la reconversión, en lugar de construir nuevas instalaciones desde cero, las empresas del sector logran una expansión más rápida y eficiente en términos de costos, promoviendo el desarrollo de experiencias de lujo sin incurrir en los elevados gastos asociados a nuevas edificaciones.
Para determinar si un hotel es adecuado para una reconversión, se consideran varios factores clave. La ubicación es fundamental, ya que el destino debe permitir la creación de experiencias diferenciales, con una cultura, paisajes y gastronomía atractiva. Además, es esencial que el destino cuente con buenas conexiones aéreas y que la infraestructura existente tenga potencial de diseño.
Arquitectos e ingenieros coinciden en que muchos casos solo requieren renovaciones y mejoras cosméticas mientras otros necesitan un desarrollo más profundo. Sin embargo, en cualquiera de los casos, la carga financiera es significativamente menor que la construcción de nuevas instalaciones, lo que favorece el crecimiento y la rentabilidad sostenida de los proyectos.
La reconversión hotelera no solo revitaliza propiedades abandonadas, sino que también establece nuevos estándares para los resorts de lujo con servicios todo incluido. Esta transformación actúa como un catalizador para el desarrollo de destinos turísticos, generando un impacto positivo en la economía local a través de la creación de empleos y la activación del comercio en las comunidades cercanas.
Sin duda, esta estrategia representa una oportunidad para reinventar el negocio turístico con un enfoque integral, contribuyendo significativamente al bienestar de las zonas impactadas y al crecimiento sostenible de la industria.