Con la mira en 2025, este programa estatal lanzado por el presidente Luis Arce impulsa los destinos bolivianos como el salar de Uyuni y el Parque Nacional Madidi al que un medio periodístico de referencias como el National Geographic calificó como “el mejor y más nuevo destino del ecoturismo mundial”.
El mandatario boliviano también adelantó que se realizarán acciones a favor de las excursiones al Titicaca, el lago más alto y navegable a nivel internacional.
Entre otros de los destinos que sobresalen en el altiplano se promocionará al Parque Nacional Sajama con sus miradores ubicados a más de 5.000 metros de altura, iglesias coloniales, géiseres, aguas termales, fauna andina y albergues comunitarios.
Durante este año se registró un movimiento turístico de 1,6 millones de ciudadanos bolivianos representando un crecimiento del 16,8%, de acuerdo con informes oficiales del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural.
Según proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), a diciembre de 2022 y en el mejor de los escenarios para Bolivia, habría un flujo turístico proyectado de poco más de 507.516 turistas extranjeros.
Hasta agosto de este año se contabilizaron 403.222 visitantes procedentes del exterior pese a que las fronteras con países vecinos se cerraron durante distintos meses. Estas cifras positivas se deben a las políticas gubernamentales sobre nuevas medidas de vigilancia epidemiológica contra el COVID-19 que facilitaron el ingreso de viajeros extranjeros al país.
Como destinos sugeridos para recorrer en Bolivia se encuentran las ruinas de Samaipata en la oriental Santa Cruz, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y las arqueológicas de Tiwanaku en el Altiplano paceño.
A esto se suma el Gran Chaco, ubicado en parte de los departamentos de Chuquisaca, Tarija y Santa Cruz. También el valle de los Cintis en Chuquisaca, las misiones de la Chiquitania boliviana y la ruta por los caminos del tío en la altiplánica Oruro que recorre algunos de los municipios mineros.
El levantamiento de las restricciones sanitarias ayudó a recuperar el turismo receptivo en el altiplano. Más de 100.000 visitantes extranjeros arribaron a Bolivia en sólo tres semanas desde que su gobierno flexibilizó los requisitos de ingreso impuestos cuando en marzo de 2020 irrumpieron los contagios masivos de Covid-19.
Por su parte, el Observatorio para la Industria Turística Sostenible reveló que el turismo es el sector con mayor inserción femenina en Bolivia dado que tiene un 72% de los puestos de trabajo ocupados por mujeres con un pico del 83% en la Chiquitania, una zona transicional ecotónica entre el Gran Chaco y la Amazonia.