Además de los desfiles, el carnaval incluye eventos exclusivos como el Baile Mágico del Copacabana Palace y las vibrantes fiestas callejeras que colorean cada rincón de la ciudad. La inscripción de los desfiles es fundamental para que Riotur, el organismo de turismo y otras autoridades planifiquen la estructura del evento.
En 2024, se autorizaron 453 desfiles cuyo jurado evaluará a los participantes en aspectos como dominio de la samba, expresión y simpatía. Próximamente se anunciará el calendario clasificatorio, y el premio para el Rey Momo y la Reina del Carnaval será de 45.500 reales que, al cambio oficial, equivalen a unos doce millones de pesos argentinos.
Los vuelos hacia Río de Janeiro ya muestran alta demanda. Un pasaje desde Córdoba para febrero y regreso en marzo cuesta aproximadamente 935.000 pesos, mientras que un vuelo directo desde Buenos Aires ronda los 953.835 pesos. A este costo se suman los traslados internos entre Aeroparque y Ezeiza. Aunque las entradas para el Sambódromo están prácticamente agotadas, las calles de Río ofrecerán una alternativa gratuita para disfrutar del Carnaval hasta el 8 de marzo.
Antes del Carnaval, Río de Janeiro será escenario de la reunión del G20 los días 18 y 19 de noviembre, un evento que reunirá a líderes mundiales y marcará la agenda global antes de que inicie la fiesta más grande de Brasil.
En cuanto a gastronomía, Na Brasa Columbia es una excelente opción para degustar platos típicos. Fundado hace 50 años, destaca por sus preparaciones a la brasa, como el galeto y las carnes vacunas.
Con varias sucursales en Río, se puede encontrar en Copacabana (Avenida Atlántica 3092), Ipanema, Botafogo y otras zonas. Otra alternativa es el Bar de Laje, ubicado en la favela Vidigal, desde donde se disfruta de una vista privilegiada de Ipanema, Leblon y Vidigal. Esta comunidad, cada vez más visitada por el turismo, ofrece una experiencia auténtica al contrastar su historia con la modernidad de los hoteles cercanos, como el Sheraton.
Brasil aumentó su turismo receptivo gracias a la expansión de su conectividad aérea. A pesar de transitar la temporada baja, en noviembre pasado, arribaron 4.367 vuelos internacionales a Brasil representando un 95% del total registrado en 2019 previo a la pandemia de Covid-19.
Según los datos oficiales gubernamentales recabados a través de la Agencia Brasilera de Promoción Internacional del Turismo (Embratur), estos 4.367 vuelos procedentes del exterior implicaron un crecimiento del 44,54% en comparación a ese mismo mes pero del año pasado.