Praia do Forte (Bahía)
Ubicada a 80 km al norte de Salvador, en la región noreste de Brasil, Praia do Forte es famosa por sus piscinas naturales formadas por arrecifes de coral, perfectas para nadar con niños en aguas poco profundas.
Este destino es ideal para familias que buscan tranquilidad y contacto con la naturaleza. Además, se encuentra el Proyecto Tamar , un centro de conservación de tortugas marinas, donde los visitantes pueden aprender sobre la fauna marina local. Por las noches, el pueblo ofrece una variada gastronomía bahiana en restaurantes al aire libre y pequeñas ferias artesanales.
Bombinhas (Santa Catarina)
En la región sur, a 70 km de Florianópolis, Bombinhas combina aguas claras y tranquilas con un entorno verde y montañoso. Sus playas son perfectas para practicar snorkel y kayak siendo una opción ideal para grupos de amigos activos.
La oferta cultural incluye mercados de artesanías y festivales locales que resaltan la influencia de los colonos europeos. Por la noche, pequeños bares y restaurantes ofrecen mariscos frescos y bebidas típicas, como la caipirinha.
Baía do Sancho (Fernando de Noronha)
Este paraíso, ubicado en un archipiélago a 350 kilómetros de la costa de Pernambuco, está frecuentemente clasificado como la mejor playa del mundo. Aunque el acceso es limitado debido a su conservación ambiental, vale la pena visitarla por sus aguas cristalinas, ideales para buceo y snorkel.
El archipiélago también alberga sitios históricos como las ruinas del Forte dos Remédios. Las noches son tranquila pero los restaurantes locales se destacan por sus menús que combinan ingredientes frescos del mar con influencias internacionales.
Porto de Galinhas (Pernambuco)
En el noreste de Brasil, a 60 kilómetros de Recife, este destino es conocido por sus jangadas (pequeños botes tradicionales) que llevan a los turistas a piscinas naturales formadas en medio del océano.
Además de disfrutar de la playa, los visitantes pueden explorar galerías de arte local y talleres de artesanía. Por la noche, Porto de Galinhas se transforma con bares, música en vivo y una animada vida nocturna que atrae a turistas de todas las edades.
Jericoacoara (Ceará)
Situada a 300 kilómetros de Fortaleza, en el noreste, Jericoacoara es una playa rodeada de dunas y lagunas cristalinas. Este destino combina paisajes únicos con actividades como kitesurf y paseos en buggy. La localidad es también un refugio cultural, con presentaciones de música tradicional forrada en plazas y restaurantes. Su vida nocturna es conocida por fiestas en la playa que mezclan ritmos brasileños con influencias internacionales.
Ipanema (Río de Janeiro)
En la región sudeste, en el corazón de Río de Janeiro, Ipanema es mucho más que una playa icónica. Ofrece una combinación de mar, montaña y cultura urbana. Es ideal para quienes buscan combinar descanso con actividades culturales, como visitar galerías de arte y mercados al aire libre en el barrio. Por la noche, sus bares y clubes son famosos por su ambiente animado y cómodo, perfecto para grupos de amigos.
Cada una de estas playas ofrece una experiencia única que mezcla belleza natural, actividades culturales y opciones nocturnas para todos los gustos. Brasil se confirma así como uno de los destinos más completos para quienes buscan unas vacaciones inolvidables en compañía de sus seres queridos.