Además, la región planea que el 55% de las personas cuenten con vacunación completa para diciembre. Sin embargo, existirán ciertas medidas como prevención al coronavirus.
Los australianos y residentes permanentes inmunizados que regresen a su lugar de origen tendrán que realizar una cuarentena de siete días, mientras que los viajeros no vacunados deberán realizar un aislamiento de catorce días. Los requisitos para los turistas extranjeros todavía no fueron comunicados. Las autoridades están considerando permitir viajes libres de cuarentena a Nueva Zelanda y Singapur.
"Una vez que se realicen los cambios en noviembre, se eliminarán las actuales restricciones a los viajes al extranjero relacionadas con la COVID-19 y trabajaremos para que algunos países, como Nueva Zelanda, puedan viajar completamente libres de cuarentena, cuando sea seguro hacerlo", anunció Scott Morrison, primer ministro de Australia.
El proyecto de apertura de fronteras comenzará primero en Nueva Gales del Sur, sitio donde la campaña de vacunación está más avanzada.
El sector aéreo fue uno de los más perjudicados en Australia, las aerolíneas locales debieron reducir todas sus operaciones internacionales desde marzo de 2020. Junto a esto, la mayoría de las compañías extranjeras suspendieron en su totalidad los vuelos a este destino, fue así debido a que el gobierno había limitado el número de pasajeros que podían ingresar al país.