Según lo anunciado recientemente por las autoridades, Nueva Zelanda abrirá las fronteras al turismo, las cuales contaron con grandes restricciones desde el comienzo de la pandemia. Sin embargo, los extranjeros vacunados que lleguen deberán cumplir con una serie de exigencias extremas.
Ante la posible llegada de una nueva ola de casos de coronavirus, muchos países, sobre todo europeos, comenzaron a imponer nuevas restricciones para el ingreso de turistas. En este marco, Nueva Zelanda anunció estas nuevas normas con el objetivo de no impedir la llegada de viajeros, pero tampoco arriesgarse a un aumento en la cantidad de casos del virus.
Los visitantes vacunados podrán ingresar en el país a partir del 30 de abril de 2022 y deberán cumplir con el confinamiento de siete días tras su llegada, además de realizarse una prueba para detectar coronavirus al arribar al destino, según datos de Hosteltur. Además, más neozelandeses podrían conseguir la autorización para retornar la vuelta a su país desde principios del próximo año, cumpliendo con requisitos similares a los que serán impuestos para turistas internacionales.
En este marco, Chris Hipkins, ministro de Respuesta a la COVID-19, presentó el 22 de noviembre los planes de reapertura por etapas, definiéndolos como "el enfoque más seguro para garantizar que el riesgo se gestione con cuidado", según publicó la BBC.
De esta manera, durante la primer etapa de reapertura los ciudadanos y residentes de Nueva Zelanda completamente vacunados que estén actualmente en Australia podrán regresar a partir del 16 de enero. Por su parte, los neozelandeses que estén en cualquier otra parte del mundo tendrán permitida la entrada al país a partir del 13 de febrero. Por último, los visitantes extranjeros podrán llegar a Nueva Zelanda desde el 30 de abril de 2022.
Hipkins comentó que el objetivo de este estricto plan de reapertura será reducir "cualquier impacto potencial en las comunidades vulnerables y el sistema de salud de Nueva Zelanda".
En la actualidad, las únicas personas que tienen permitida la entrada al país son los ciudadanos y residentes permanentes de Nueva Zelanda, y para ingresar estos deberán permanecer durante siete días aislados en los hoteles de cuarentena administrados por el Gobierno, lo cual limita la cantidad de neozelandeses que puedan regresar, debido a que el cupo en estos hoteles es limitado.