Al acercarse al cruce de las calles Sarmiento y Santa Fe, se divisa el majestuoso edificio en cuya parte superior predomina el reloj de cuatro cuadrantes con campanadas que reproducen las del carillón del Big Ben de la capital inglesa de Londres. Así se materializó la exigencia que su propietario, el empresario local Juan Fuentes, le realizó al arquitecto encargado de la obra, Juan Bautista Durand.

Su puerta principal de bronce está inspirada en su par italiana del Paraíso del Baptisterio de San Giovanni en Florencia que representa los cuatro vientos, las cuatro estaciones, la ganadería, la agricultura y las razas humanas.

Al llegar a su amplia e ilumniada recepción te recibirán los guías brindándote toda la información para disfrutar al máximo de esta visita a un palacio digno del glamour de la realeza con decoraciones de estilo árabe. Las fotos e imágenes que engalanan sus paredes están acompañadas de datos sobre el museo, su historia y exposiciones.  

La idea de hacer este museo surgió hace dos décadas cuando un empresario local compró el subsuelo del Palacio Fuentes para instalar la primera muestra privada acerca de la democracia en el mundo. Tras varios meses de obra se rescató y restauró su decoración original que fuera  modificada cuando se instaló la sede de un banco privado.

María José, una de las guías que acompaña a los visitantes en el recorrido, aseguró que el principal objetivo del museo es mostrarse como un proyecto cultural que promueva la libertad, justicia y respeto por los derechos humanos, valores imprescindibles de toda democracia.

"En sus inicios fue un reto para todos los responsables de su instalación porque se había cambiado gran parte de su decoración original que data de 1922 cuando se inauguró por primera vez. Después de doce años de restauración (2006-2018) abrió sus puertas al público. Su dueño le devolvió la imagen que había perdido adecuándolo al estilo de un museo", afirmó María José.

Hay cuatro exposiciones permanentes que están abiertas al público de martes a viernes de 10 a 17 y sábados de 11 a 15 horas con entrada libre y gratuita. 

Exposiciones permanentes:

Democracia y Derechos Humanos está en el pasillo principal con fotos de protagonistas de la lucha por la democracia y los derechos humanos.

Migrantes sin Fronteras, en una especie de vagones de tren se ven imágenes e información de las migraciones; sus causas y efectos. Además, escucharás los testimonios de inmigrantes venezolanos, colombianos y bolivianos que hicieron de Rosario su segundo hogar.

Esclavitud, es una muestra acerca de los cambios que se dieron en las formas de sometimiento, tomando en cuenta que la esclavitud no terminó, sólo cambió su forma porque ahora se sufre la “Esclavitud Contemporánea”, más oculta pero tan degradante e injusta como siempre.

Última Dictadura en Argentina, esta exposición es impresionante quizás por tener en frente a varios de sus testigos que fueron víctimas de la dictadura y también a uno de sus más crueles victimarios como lo fue el ex capitán de navío Adolfo Scilingo, quien en el año 2005 fue enjuiciado en España por delitos de Lesa humanidad.  Cada uno de ellos con testimonios desgarradores como “Los Vuelos de la Muerte” que consistía en arrojar a los prisioneros políticos al mar. Según los archivos este acto estuvo en marcado en El Plan Cóndor, un acuerdo multilateral entre las dictaduras del Cono Sur que gobernaban en Bolivia, Chile, Argentina Uruguay, Brasil y Paraguay entre los años 1970 y 1980. Desapariciones, torturas y asesinatos en contra de opositores políticos de las dictaduras.

Además, el museo siempre tiene exposiciones temporales donde muestran manifestaciones artísticas que han sido significativas en la historia y que lleva al público a valorar lo que se tiene como herencia histórica de los pueblos originarios. 

Actualmente se puede disfrutar de dos exposiciones:

BienalSur:

Muestra: Neocolonial II. Por Cristina Piffer junto a las curadoras: Liliana Piñeiro y  Florencia Qualina (Argentina), exponen piezas de Chapa de color negro con impresión serigráfica de melaza y azúcar carbonizada.

Lo Sagrado y lo Profano:

Muestra: Máscaras de la colección Rayón-Cuaranta. Colección de máscaras provenientes de varias regiones del mundo que a través de sus manifestaciones culturares han tenido la capacidad de conectar lo terrenal con lo divino.  

Los museos deben tener un puesto privilegiado, estos sitios llenos de obras de arte y manifestaciones culturales, con sus acostumbradas visitas guiadas, le dan un valor agregado a la actividad turística. No se puede dejar de ir si se quiere conocer la historia de los lugares que se visitan.

(*) Por María Antonieta Burgos

Periodista venezolana radicada en la Argentina - Licenciada en Comunicación Social