La Comisión Europea con sede en la ciudad belga de Bruselas aprobó a Croacia como nuevo miembro del denominado Club del Euro que ahora cuenta con diecinueve países autorizados para pasarse a la moneda comunitaria, algo que no se permitió a ninguna nación desde que se incorporó a Lituania el 1° de enero de 2015.
Como respuesta oficial croata, su primer ministro Andrei Plenkovic afirmó que anhela introducir el euro a su país e ingresar en el espacio Schengen sin controles fronterizos para principios del año que viene.
Tal como lo establecen los tratados de la Unión Europea, todos sus estados miembro, salvo Dinamarca, están obligados a adoptar el euro como moneda de curso legal siempre que cumplan con los requisitos exigidos por la sede de Bruselas.
Aún así, a diferencia de Croacia, hay países que accionan lo suficiente para poder reemplazar su moneda por el euro como sucede con Suecia, Polonia y Hungría.
El turismo croata aguarda el debut del euro con esperanzas de recibir más viajeros del exterior que, ante la incorporación de la moneda común, visiten su costa adriática; bahías e islas.
En contraposición, surgió una corriente de opinión contraria al euro porque alegan que implicaría un aumento del costo de vida.
El próximo 27 de julio, los veintisiete países miembros del consejo de la Unión Europea votarán el pedido de Croacia para adoptar la moneda continental cuya aceptación se considera que será una mera formalidad para comenzar con los preparativos de reemplazo de billetes.