Los especialistas de la WTCC consideran que estos alquileres temporarios de tan sólo unos días hicieron crecer la cantidad de alojamientos disponibles y ayudan a que aumenten los visitantes en un destino. Al mismo tiempo, se amplía la participación de la comunidad local en el turismo ofreciendo una diferente y, muchas veces, única a los viajeros.
A través del informe titulado Best practices for short-term rentals, elaborado por la WTCC con colaboración de Airbnb, plataforma global líder para alquileres a corto plazo, se analizaron las experiencias de ciudades de los cinco continentes como Ciudad del Cabo, Sydney y Seattle, en Sudáfrica, Australia y Estados Unidos respectivamente, donde este tipo de alojamiento temporario se tornó una opción muy demandada entre los viajeros.
Además, se brindan una serie de pautas y buenas prácticas para administrar los alquileres a corto plazo a los que definieron como un segmento importante y de rápido crecimiento del sector de los viajes y turismo.
“A medida que comenzamos a recuperarnos de los estragos de la pandemia, debemos centrarnos en cada una de nuestras industrias para mejorar su desempeño. Las mejores prácticas ofrecidas en este informe proporcionarán a los gobiernos recomendaciones de políticas clave que promoverán el turismo en sus destinos al tiempo que apoyarán a sus comunidades locales”, expresó Julia Simpson, presidenta y CEO del WTTC,
La titular de la entidad turística opinó que los viajeros están listos para volver a explorar el mundo y, de esta forma, también ayudarán a impulsar la economía global.
El estudio de la WTCC reveló que los huéspedes eligen este sistema de alquileres a corto plazo por su flexibilidad y comodidades como cocinas, espacios de oficinas y jardines sumadas a la posibilidad de hospedarse afuera de las zonas turísticas tradicionales.
Director de política global de Airbnb, Theo Yedinsky, sostuvo que los alquileres a corto plazo permiten que la gente se inserte en la economía del turismo y que los ingresos obtenidos a través de esta modalidad de alojamiento ayudan a muchas personas a mitigar los efectos negativos de la inflación.
“El 35% de los anfitriones de Airbnb en todo el mundo aseguran que esta actividad les representa un sustento financiero importante. Además, los alquileres a corto plazo ayudan a distribuir el gasto de los visitantes a través de las comunidades”, reveló el ejecutivo Yedinsky.