Motor de la economía de África Oriental, Kenia disfruta de un crecimiento de su turismo receptivo pero sigue por debajo de los niveles alcanzados en la época previa a la irrupción de la pandemia de Covid-19.
Según información brindada por la ministra de turismo keniata Peninah Malonza, un millón y medio de visitantes extranjeros recorrieron su país durante el año pasado configurando un progreso del 70% medida contra la cantidad de viajeros que recibieron en 2021.
La titular de la cartera turística de Kenia explicó que, según un relevamiento gubernamental, Estados Unidos fue su mayor fuente emisora gracias a que aportó el 16% del total de visitantes extranjeros que recibieron a lo largo de 2022.
Basado en estadísticas de la autoridad migratoria, Uganda fue el segundo país emisor con 12% seguido del Reino Unido y Tanzania que igualaron en la tercera posición con el 10% cada uno.
Los turistas extranjeros arriban a Kenia atraídos por las playas y las zonas de reservas de caza, en particular, el parque nacional de Tsavo de 20.808 kilómetros cuadrados en la región sureste.
Esta reserva natural cuenta con una flora y fauna diversa que incluye elefantes, cebras, leones, tigres e hipopótamos.
El turismo representa el sector que aporta más divisas extranjeras en Kenia superando a la industria de las flores, el té y el café.
Más de una década antes de la irrupción de la ola de contagios masivos de coronavirus, el turismo le generó 803 millones de dólares en 2006 gracias a la compra de productos y servicios keniatas por parte de los visitantes extranjeros.