La Asociación de Cámaras del Mediterráneo (ASCAME) propuso impulsar el turismo aventura para no quedar sujetos exclusivamente a las vacaciones de sol y playa que se reduce a la temporada de verano cuando pueden capitalizarse los segmentos cuyos viajes se efectúan durante los doce meses del año.
Según los expertos del World Travel and Tourism Council (WTTC), el turismo aventura aportará un 15% del Producto Interior Bruto y sostendrá al 11,5% del empleo de la región.
A su vez, la Agencia Europea del Medio Ambiente alertó que el 75% de la producción anual de residuos se genera en el verano.
El tipo de empleo que ofrece este modelo estival suele ser temporal, mal retribuido e informal, un combo de inestabilidad laboral que se agrava con la inseguridad medioambiental.
Coordinador general de ASCAME, Anwar Zibaoui consideró que se debe reformular el sector a tenor de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
“Se espera que en 2030 el turismo alcance la cifra récord de más de 1.800 millones de viajeros cruzando fronteras internacionales. Si me preguntas si eso es una oportunidad o un desastre, te diré que depende de cómo se gestione tal volumen de crecimiento. Un turismo bien desarrollado puede favorecer la innovación y el emprendimiento sin comprometer nuestro futuro”; sostuvo Zibaou.
El especialista de ASCAME añadió que el turismo actual, especialmente en el Mediterráneo, no es sostenible a largo plazo en la economía, ni para la sociedad y tampoco para el planeta.