Las autoridades niponas se propusieron reactivar el segmento de los viajes MICE (Meetings; Icentives; Conventions & Exhibitions / Events) que abarca la asistencia a reuniones de negocios; capacitaciones profesionales o ferias laborales para captar un total de 860.000 millones de yenes, el equivalente a 6.157 millones de dólares estadounidenses, en consumo de productos y servicios locales.
Con un plan por etapas que ya comenzó a ser implementado, Japón trabaja a mediano plazo con diciembre de 2025 en la mira como fecha para exhibir una mejoraría en comparación a los índices obtenidos en la época previa a la irrupción de los contagios masivos de coronavirus.
Esta iniciativa estatal japonesa integra un plan de acción para la promoción del turismo internacional que el gobierno aprobó tras una reunión ministerial.
La fecha prevista de fines de diciembre de 2025 no es aleatoria, ese año se realizará la exposición mundial turística que tendrá como sede a Osaka, una de las ciudades más populares e importantes después de la capital Tokio.
“Expandiremos el turismo receptivo, ingresaremos a una nueva era a través de la promoción de los intercambios internacionales”, aseveró el primer ministro japonés Kishida Fumio.
Esta iniciativa buscar catapultar a Japón a lo más alto de las clasificaciones referidas al número de conferencias internacionales proponiéndose ocupar el quinto puesto global en 2030 que implicaría ascender cuatro escalones en comparación a la ubicación que tenía en 2019 antes del Covid.
El gobierno nipón también aceptará más científicos extranjeros mediante la creación de centros de investigación al mismo tiempo que se organizarán más festivales internacionales de arte e invitarán a cultores de las artes marciales para practicar in situ disciplinas tales como karate, judo, aikido, kendo y otros deportes de combate.
Tras analizar a 117 naciones de los cinco continentes, el Foro Económico Mundial posicionó a Japón como líder del ranking global de desarrollo turístico gracias a ser calificado con un 5,2 sobre un puntaje máximo de siete considerando su patrimonio, sustentabilidad ambiental, situación política, facilidad para recibir viajeros procedentes del exterior e infraestructura.