De acuerdo a la información del Banco Central de Brasil, hubo un crecimiento del 52% en comparación a los 373 millones de dólares, unos 340 millones de euros, que se registraron por ingresos turísticos en mayo de 2022.
En el acumulado del año, los visitantes extranjeros le aportaron 2.721 millones de dólares, 2.480 millones de euros, a la economía brasilera que implicó un mejora del 35,9% en relación a 2022.
La ministra de turismo de Brasil, Daniela Carneiro, manifestó que su país "está volviendo a ser atractivo" para los visitantes procedentes del exterior.
"Estamos trabajando en la estructuración de nuestros destinos y queremos atraer más visitantes, mover la economía y generar más empleos e ingresos", sostuvo la titular de la cartera.
Designada por el presidente Lula Da Silva, la ministra implementó una extensa agenda internacional con giras oficiales a Portugal, España o Cuba para posicionar a Brasil como principal destino turístico sudamericano.
En cada una de estas visitas mantuvo reuniones de trabajo con funcionarios gubernamentales e inversores internacionales para fortalecer la marca país impulsando la creación de más empleos e ingresos para el turismo nacional.
Entre los acuerdos ya alcanzados, Daniela Carneiro firmó un memorando de entendimiento con el gobierno español que prevé una alianza para llevar a cabo iniciativas en diferentes campos del turismo, en particular en lo que respecta a los Destinos Turísticos Inteligentes (DTI).
Brasil aumentó su turismo receptivo gracias a la expansión de su conectividad aérea. A pesar de transitar la temporada baja, en noviembre pasado, arribaron 4.367 vuelos internacionales a Brasil representando un 95% del total registrado en 2019 previo a la pandemia de Covid-19.
Según los datos oficiales gubernamentales recabados a través de la Agencia Brasilera de Promoción Internacional del Turismo (Embratur), estos 4.367 vuelos procedentes del exterior implicaron un crecimiento del 44,54% en comparación a ese mismo mes pero del año pasado.