"Resulta evidente que no conseguimos regresar a los indicadores anteriores a la pandemia pero en 2023 seguimos cayendo más bajo que el año pasado", admitió Iliá Umanski, presidente de la Unión Rusa de Turismo (URT).
El titular del organismo estatal consideró necesaria la adopción de medidas que estimulen la llegada de visitantes procedentes del exterior.
Este objetivo se tornó una suerte de misión imposible desde febrero de 2021 cuando Rusia invadió militarmente a Ucrania recibiendo un sinfín de sanciones y restricciones económicas internacionales en represalia contra su accionar bélico que mató tanto a militares como civiles, entre ellos mujeres y niños.
Como parte de estas políticas implementadas por el gobierno ruso sobresalen la entrada en vigencia del visado electrónico a partir del 1° de agosto próximo y la aplicación del régimen sin visados para grupos turísticos de China.
A través de una nota publicada por la agencia de noticias locales TASS, los funcionarios de Moscú anunciaron el arribo de turistas provenientes de Irán e India aunque no indicaron el número aproximado de visitantes de ambas naciones.
La viceprimera ministra rusa, Tatiana Gólikova, adelantó que los extranjeros podrán recibir un visado electrónico en menos de una semana.
Además, la titular de la cartera abogó para que ciudadanos de los países inamistosos, en su mayoría occidentales, puedan solicitar un visado de ese tipo pese a las sanciones adoptadas por sus respectivos gobiernos contra Moscú.
Por su parte, la temporada turística en Crimea está por debajo de las estimaciones previas y el declive podría agravarse debido a los últimos ataques contra la anexionada península ucraniana.
Anexionada en 2014 por el gobierno de Vladimir Putin, la península de Crimea sufrió este año una merma del 30% del total de turistas que solían visitarla hasta antes de febrero pasado cuando comenzó la invasión militar rusa a Ucrania asesinando a más de 100.000 personas y causando el triple de heridos incluyendo mujeres y niños.
El flujo turístico en Crimea alcanzó 6,3 millones de personas en 2022 y, según las previsiones, este año disminuirá entre un 20 a 30%.
Según el Servicio Federal de Seguridad, más de 200.000 turistas extranjeros visitaron este país en 2022, un 30% menos que en 2021 cuando Rusia no estaba en guerra.
Al mismo tiempo, creció un 15% el número de rusos que viajan al exterior pudiendo alcanzar los diez millones a finales de este año. Los rusos pueden viajar a 115 países sin necesidad de visa o con la posibilidad de formalizar un visado nada más llegar a su destino, muy por detrás de los casos de Singapur (192), España, Alemania o Italia (190), que encabezan esa lista global.