Durante la COP29 en la ciudad de Bakú, Azerbaiyán, se presentó el informe preliminar Clima y Océano: cuantificación del turismo costero, marino y protección de los destinos que fue desarrollado en colaboración con Iberostar Group y Oxford Economics, con quienes se concluyó la cifra que debería destinarse al cuidado del medioambiente en la industria internacional de los viajes.
El turismo costero y marino, que generó 1,5 billones de dólares para la economía mundial en 2023 y empleó a 52 millones de personas, ahora enfrenta graves amenazas debido al aumento del nivel del mar, los fenómenos meteorológicos extremos y la erosión costera.
Este sector representa el 0,8 % de las emisiones globales de CO₂ que equivale a 390 millones de toneladas en 2023.
Julia Simpson, titular del WTTC, explicó que de los 65.000 millones de dólares necesarios, 30.000 deben destinarse a la reducción de emisiones. El resto debe enfocarse en restaurar ecosistemas, construir infraestructura resiliente y desarrollar soluciones basadas en la naturaleza.
Vicepresidenta del Grupo Iberostar, Gloria Fluxar, enfatizó que la descarbonización es esencial para lograr un turismo sostenible, mientras que Loreley Picourt, de la Plataforma Oceánica y Climática, añadió que los esfuerzos integrales en conservación marina podrían reducir hasta un 35% de las emisiones globales.
Ejemplos como la transición a energías renovables en Escocia y el Proyecto de Acción de Manglares en Tailandia demuestran que es posible aumentar la resiliencia ante desastres climáticos mientras se protegen las costas.
El WTTC hizo un llamado a gobiernos, empresas y comunidades para colaborar y garantizar un futuro sostenible para los destinos marinos y costeros.
La iniciativa refuerza la importancia de adoptar medidas urgentes para proteger no solo la riqueza natural, sino también los millones de empleos y economías locales que dependen de este sector estratégico.