La única opción para entrar será si los viajeros tienen una justificación válida y para hacerlo deberán presentar una prueba de detección de coronavirus negativa realizada durante las últimas 24 horas antes de viajar. Además, deberán realizarse otro test a las 48 horas de la llegada, período en que deberán permanecer aislados, y solo si este resulta negativo podrán romper la cuarentena, la cual podría ser de siete días si el turista no presenta la segunda prueba, según informó la BBC.
Estas restricciones serán aplicadas únicamente a los viajeros que no hayan completado el esquema de vacunación contra coronavirus.
Para obtener la aprobación al ingreso, los británicos deberán justificar el viaje con razones que no estén relacionadas a la realización de un viaje por turismo ni a cuestiones laborales que no sean de urgencia, en cambio sí tendrán en cuenta cuestiones familiares específicas.
El anuncio de estas nuevas medidas fue producto de la detección de la variante Ómicron a finales de noviembre, cepa que en la actualidad cuenta con altas cifras en Reino Unido, en comparación a los casos en Francia.
El Gobierno británico confirmó el 15 de diciembre 78.610 nuevos casos de infección por coronavirus, lo cual representa un récord diario desde que comenzó la pandemia. Entre estos casos, los expertos en el tema aseguran que más del 80% son de la variante Ómicron.
Por otro lado, Francia reportó 65.713 nuevos casos en el último tiempo, pero solo 240 de estos fueron confirmados con la nueva variante.
Gabriel Attal, portavoz del Gobierno francés, reconoció que las medidas tomadas por las autoridades son drásticas, pero aseguró que la situación epidemiológica crítica en el mundo y sobre todo en Reino Unido es justificación válida para estas nuevas normas.