A través de una ordenanza firmada este miércoles por el ministro de salud, Roberto Speranza, el gobierno italiano eliminó la obligación de hacer cuarentena alguna por parte de las personas que lleguen al país desde destinos no europeos.

Esta nueva medida se enmarca dentro de la política de flexibilización gradual que implementa el primer ministro italiano Mario Draghi, quien confirmó que los viajeros no europeos deberán cumplir con alguna de tres exigencias al arribar a suelo azurro: certificado de vacunación con esquema completo, constancia médica acreditando la recuperación del coronavirus o un test negativo realizado 72 horas antes del ingreso.

Con el respaldo del sector privado, la norma a favor del ingreso de viajeros internacionales que no pertenecen a la Unión Europea, responde a la necesidad del gobierno italiano de reactivar el turismo internacional con miras, a corto plazo, con Semana Santa y, a mediano, con la temporada de verano que comenzará el 21 de junio.

Previo a la pandemia de coronavirus, Italia recibió en un año a 62,1 millones de turistas extranjeros situándose como el quinto país más visitado del mundo por detrás de España; Francia; Estados Unidos y China.

Consolidada como la mayor fuente de ingresos terciarios de Italia, el turismo le aportó a la economía nacional un total de 49.000 millones de dólares.

En Roma, al igual que en otras grandes ciudades que no son la capital italiana, tomaron esta medida como una decisión favorable para  incentivar el ingreso de divisas a través del consumo de productos y servicios locales.

La medida gubernamental apunta a incrementar la actividad de la hotelería y gastronomía porque son dos de los sectores más afectados por la crisis económica que provocó la pandemia de Covid-19.