La vocera gubernamental china Mao Ning anunció públicamente que, desde el 1° de diciembre de 2023 hasta el 30 de noviembre de 2024, se suspenderá temporalmente este trámite obligatorio para viajar al destino asiático.
Esta medida regirá para toda clase de viajes desde negocios, turismo, visitas a familiares y amigos o en tránsito hacia otros países aunque en todos los casos la estadía no podrá superar los quince días corridos.
En caso de estadías más prolongadas que una quincena será necesario solicitar el visado de entrada.
Las autoridades de Shanghai y Hong Kong celebraron la eliminación temporal del visado porque, al igual que otras regiones, estiman que así se revitalizará la llegada de turistas e inversiones extranjeras.
En enero pasado la hotelería china totalizó 14,3 millones de habitaciones que representó una merma del 20% en comparación con los niveles de 2020 según datos de la China Hotel Association.
En 2019, previo a la irrupción de la pandemia de coronavirus, China integró el Top-10 mundial de los países más receptores de turismo gracias a recibir a 66 millones de viajeros procedentes del exterior. Este número supera en 2.800.000 personas a las visitas internacionales de la temporada anterior, constituyendo un alza del 4,45%.
Además, estos visitantes extranjeros generaron un ingreso de divisas de 40.000 millones de dólares por consumo de productos y servicios chinos que representa el 21% de todos los ingresos turísticos internacionales del extremo Oriente – Asia.