Uno de los puntos de interés más emblemáticos es la Gran Muralla China, una maravilla arquitectónica que serpentea a lo largo de montañas y valles.
"La Gran Muralla es un símbolo de la resistencia y la ingeniería china que debe ser preservado para las generaciones futuras", afirmó el presidente chino Xi Jinping sobre esta obra arquitectónica cuyos tramos más visitados como Badaling y Mutianyu, ofrecen vistas impresionantes y acceso fácil desde la ciudad.
En el corazón histórico de Beijing se encuentra la Ciudad Prohibida, antigua residencia imperial durante más de cinco siglos. Es un tesoro nacional que refleja la espléndida cultura y la sofisticada arquitectura de China. Los visitantes pueden recorrer sus palacios, salones ceremoniales y jardines meticulosamente diseñados.
Para una experiencia espiritual recomendamos visitar el Templo del Cielo que fue construido en el siglo quince. Este complejo de templos y altares fue utilizado por los emperadores de la dinastía Ming y Qing para realizar rituales ceremoniales.
Beijing también es famosa por su escena contemporánea con modernos rascacielos y centros comerciales que contrastan con sus antiguos hutongs, callejones tradicionales que aún conservan el encanto de la vida local.
La capital china es un crisol de tradición y modernidad donde el pasado y el presente coexisten de manera armoniosa.
El arte y la cultura florecen en el Museo Nacional de China y el Museo del Palacio que alojan colecciones que abarcan desde artefactos antiguos hasta arte contemporáneo chino.
Con una infraestructura turística bien desarrollada y atracciones que fascinan a los viajeros de todo el mundo, Beijing sigue siendo un destino turístico muy aconsejable para sumergirse en la cultura e historia del gigante asiático.
En 2019, previo a la irrupción de la pandemia de coronavirus, China integró el Top-10 mundial de los países más receptores de turismo gracias a recibir a 66 millones de viajeros procedentes del exterior. Este número supera en 2.800.000 personas a las visitas internacionales de la temporada anterior, constituyendo un alza del 4,45%.
Además, estos visitantes extranjeros generaron un ingreso de divisas de 40.000 millones de dólares por consumo de productos y servicios chinos que representa el 21% de todos los ingresos turísticos internacionales del extremo Oriente – Asia.