Este país montañoso surgió al pie del monte Ararat cuya civilización es una de las más antiguas del mundo, siendo la primera en convertirse a la fe cristiana.
Con la tranquilidad que brinda este destino que no recibe turismo masivo, Armenia es un lugar ideal para quienes desean disfrutar de la cultura, la arquitectura medieval, la antigüedad e increíbles paisajes naturales.
Quienes gusten de cocinar, en pocos días incorporarán secretos; técnicas y recetas de la cocina armenia para reproducir al retornar a sus hogares y compartir con sus familiares y amigos.
Más allá de la buena mesa, Armenia cuenta con el viaje en teleférico más largo del mundo que recorre los fascinantes paisajes del cañón de Vorotan y una decena de los monasterios más antiguos del mundo.
Tierra hospitalaria con los turistas extranjeros, Armenia está considerada como la cuna del vino porque hace más de 6.200 años ya albergaba viñedos al pie del monte Ararat donde se encontró el registro vitivinícola más antiguo e importante de la historia.
En la actualidad, cerca de estos viñedos está situada la bodega Karas que se tornó como uno de los puntos turísticos más visitados tanto por los residentes locales como de aquellos viajeros procedentes del exterior.
La bodega Karas fue fundada en 2012, sin embargo, las primeras viñas fueron plantadas en 2006 para, cuatro años después, dar a luz al primer vino local. En este lugar se podrán recorrer más de cuatrocientas hectáreas de vid plantadas y la posibilidad de formar parte de las catas de los vinos más reconocidos del país asiático.
A diferencia del resto de Armenia, su capital Erevan cuenta con una activa vida nocturna que incluye bares, edificios típicos soviéticos y diversos monumentos iluminados bajo la luz de la luna.
Otros puntos imperdibles para visitar son la bodega boutique Van Ardi Estate ubicada en la antigua región vinícola de Aragatsotn y el museo del genocidio armenio que es un sitio perfecto para que todos aprendamos un poco más de un pasado e historia que no debe repetirse.
Sin embargo, una de las características que más destacan en el centro de la ciudad son las escaleras en cascada que conduce al monumento soviético.
En un viaje de cinco horas desde Ereván, los turistas podrán recorrer increíbles paisajes desérticos al salir de la capital para adentrarse en postales montañosas hasta llegar a unas colinas verdes y campos interminables con flores silvestres.
Por otro lado, está el monasterio Tatevi Anapat, un complejo del siglo diecisiete. El edificio fue abandonado por los monjes debido al terremoto de 1658. Es una actividad imperdible para todo fanático del turismo de aventura. Este antiguo complejo fue lentamente invadido por la naturaleza tornándolo apenas visible desde la carretera entre tanta vida silvestre. Todavía es posible entrar en el edificio principal que está en buenas condiciones comparadas con el resto de la edificación.
La pequeña ciudad de Grani tiene el único templo pagano en Armenia, el monasterio de Geghard y el hermoso desfiladero de Garni con la reserva natural adyacente de Khosov.
Por último, Dilijan, conocida como la Suiza de Armenia, es una pequeña ciudad entre exuberantes bosques verdes y colinas y un punto de parada obligatoria para los turistas que visitan el país.
Sus características destacadas son los monasterios y la historia que existe detrás de ellos. Con una gran cantidad de edificios antiguos, el lugar está rodeado de cuentos y mitos que producen un ambiente misterioso.
Fuente: Oficina de Turismo de Armenia