Para quienes visiten la capital italiana, es recomendable que recorran los barrios de Ostiense, Tor Marancia, el Quadraro, el Pigneto, San Basilio o Tor Bella Monaca cuyos muros se tornaron en los lienzos utilizados por los artistas callejeros.
Estas pinturas son obra de ilustradores que apelan a su arte para homenajear a actores, celebridades o personalidades públicas de Italia junto a otras que fueron especialmente encargadas por los municipios locales para embellecer la zona.
En las oficinas de turismo de Roma se puede pedir la denominada Street Art Map (Mapa del Arte Callejero de Roma) o descargarla en el teléfono. Esta guía incluye varias rutas para observar 330 grafitis de interés artístico que fueron creados a lo largo de estos años.
El barrio Ostiense fue uno de los precursores del grafiti callejero y es un sello distintivo para atraer a los jóvenes que llenan los locales de diversión y ocio nocturno que se popularizaron en la zona.
Uno de los grafitis más célebres es aquel realizado por el artista italiano Iena Cruz, considerado el mural verde más grande de Europa ya que fue realizado con Airlite, una pintura ecológica especial que destruye las sustancias contaminantes mediante una reacción similar a la fotosíntesis de la clorofila de las plantas.
En todo el edificio sobresale una garza tricolor, especie en peligro de extinción, que acaba de atrapar una presa en un mar contaminado. El proyecto data de 2018 y contó con el apoyo de la ONG Yourban2030 que espera que la experiencia se pueda repetir en otros lugares bajo el lema que reza: “el desarrollo sostenible es posible y el arte puede ser portador de conciencia colectiva".