- Bruselas
Cosmopolita y multicultural que sirve de sede de diferentes instituciones europeas, la capital belga combina la arquitectura clásica de siglos pasados como los estilos flamenco y español con edificios modernos que le imprimen un sello particular a sus calles.
Ideal para recorrer caminando, las principales atracciones son el Palacio Real y el edificio de la municipalidad que es un exponente del estilo gótico al mismo tiempo que cuenta con la Grand Place que la Unesco declaró patrimonio de la humanidad en 1988.
También se recomienda visitar la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula más el castillo real de Laeke que tiene invernaderos imponentes.
- Brujas
Considerada como una de las ciudades más populares de Bélgica ante los ojos europeos, Brujas es una invitación para adentrarse en el pasado medieval atravesando canales que le valieron el mote de la Venecia del norte.
Su belleza la torne una urbe única e imperdible a tal punto que fue declarada Patrimonio de la Humanidad como reconocimiento a su valor arquitectónico e histórico.
- Amberes
Se trata de uno de los puertos más importantes de Europa y sobresale por su plaza Grote Mark que, en forma de triángulo, está rodeado de edificios renacentistas.
Su imperdible Estación Central está enclavada en el Barrio de los Diamantes cuyas joyerías son atendidas por talladores de renombre internacional.
- Gante
Con mayor movimiento que Brujas, también se destaca por su estilo medieval que está conservado de manera impecable tal como lucía en su época.
Se aconseja visitar la Torre Belfort que es el campanario municipal construido en el siglo catorce. En su cima, a 64 metros de altura, se disfruta de la mejor vista panorámica de la ciudad.
- Lovaina
Cercana a Bruselas con sólo treinta minutos de tren, Lovaina es un cónclave estudiantil gracias a su universidad fundada en 1425.
La mayoría de la población son jóvenes universitarios provenientes de todo el país e incluso el resto de Europa. A nivel gastronómico, la ciudad tiene una gran tradición de cervezas artesanales.