Cuando sigue cayendo un misil tras otro asesinando soldados como civiles, incluyendo mujeres y niños, Ucrania quiere transformar algunas de sus ciudades en destinos turísticos internacionales para promover su industria de los viajes al mismo tiempo que se tornaría una suerte de recordatorio permanente de la destrucción; muerte e injusticia que generó Rusia desde que el pasado 24 de febrero invadió militarmente al país.

Con su capital Roma como destino insignia, Italia reactivó su industria de los viajes tras la crisis económica que desató la pandemia de Covid-19 convirtiéndose como uno de los países europeos más elegidos para vacacionar por parte de los turistas extranjeros según reveló un estudio elaborado por el instituto Piepoli para Confcommercio Confturismo.

El viejo continente continúa adelante con las sanciones contra Rusia desde que, el pasado 24 de febrero, su presidente Vladimir Putin ordenó la invasión militar a Ucrania. Finlandia ya cerró sus fronteras a los turistas rusos convirtiéndose en el último país de la Unión Europea que les bloquea el ingreso a su territorio.

Uno de los destinos turísticos más populares e importantes del mundo se blindó ante la llegada masiva de visitantes extranjeros. El gobierno de Francia implementó una serie de acciones para evitar la saturación de público en determinados sitios públicos como, entre otros, las Calanques de Marsella en el Mediterráneo donde sólo se podrá ingresar con reserva previa para así cuidar la biodiversidad marina.

La industria de los viajes siempre genera nuevos puestos de trabajo. En Portugal ya rige una nueva ley de inmigración para solucionar la escasez de mano de obra que sufre el turismo local que precisa incorporar unos 50.000 empleados tras afianzarse como uno de los principales rubros que impulsan la recuperación económica lusitana tras la pandemia de Covid-19.


.