Si bien las acciones se focalizaron en la capital Brasilia pese a que Río de Janeiro y San Pablo registraron incidentes de mucha menor gravedad, se generó un clima de incertidumbre que atentó contra uno de sus mayores emisores turísticos porque se detuvieron los pedidos de reservas provenientes de Argentina.
Además, las agencias de viajes de nuestro país confirmaron que ayer lunes se estancaron las operaciones y recibieron pedidos de cancelaciones de paquetes ya contratados durante el año pasado.
Los turoperadores expresaron su preocupación por la situación en la época del año que atrae más interesados en viajar a las playas brasileras de Río de Janeiro, Buzios y Florianópolis.
Además de las cancelaciones, se registraron más de un centenar de llamadas de turistas que solicitaron asesoramiento profesional ante su temor por el clima de inseguridad que afloró en Brasil desde que Lula derrotó a Bolsonaro en el ballotage y, especialmente, a partir del primer domingo de enero cuando asumió su tercer mandato presidencial.
Desde las líneas aéreas y operadores de servicios receptivos de Brasil se comunicó que hasta el momento no hubo ninguna reprogramación de vuelos como tampoco se cancelaron tours, hospedajes ni servicios de traslado.
Si bien las cancelaciones podría comenzar a producirse en los próximos días, los especialistas consideran que la situación no resulta tan alarmante porque las movilizaciones golpistas se produjeron en ciudades distancias de los destinos turísticos como Maceió, Recife, Búzios o Natal, tres de las zonas más buscadas por los turistas argentinos.
La policía militar brasilera ya desalojó los campamentos que callejeros que los activistas de Bolsonaro había levantado en Brasilia, frente a cuarteles militares de Rio de Janeiro y San Pablo cuyo aeropuerto concentra muchas de las conexiones aéreas a otros puntos turísticos de Brasil.
En diciembre, según datos revelados por la empresa Despegar, la venta de pasajes aéreos desde la Argentina a Rio de Janeiro creció un 419% interanual en comparación con el último mes de 2021 que fue catalogado como pésimo en términos de ventas. Además, ahora se sumaron nuevos vuelos con promociones y ofertas que captaron más interesados.
El gigante sudamericano aumentó su turismo receptivo gracias a la expansión de su conectividad aérea. A pesar de transitar la temporada baja, en noviembre pasado, arribaron 4.367 vuelos internacionales a Brasil representando un 95% del total registrado en 2019 previo a la pandemia de Covid-19.
Según los datos oficiales gubernamentales recabados a través de la Agencia Brasilera de Promoción Internacional del Turismo (Embratur), estos 4.367 vuelos procedentes del exterior implicaron un crecimiento del 44,54% en comparación a ese mismo mes pero del año pasado.