Durante la vigesimoquinta asamblea general de la Organización Mundial del Turismo (OMT) celebrada en la ciudad de Samarcanda en Uzbekistán, el pueblo argentino de La Carolina fue distinguido con el Best Tourism Villages como reconocimiento a las dimensiones sociales, ambientales y económicas locales.
Con trescientos habitantes, el pueblo puntano de La Carolina consiste es una larga callecita empedrada que sube perdiéndose entre cerros. Sus casas de piedra conservan el estilo colonial de la época en que recibía a centenares de buscadores de oro.
Ya afirmado como uno de los principales atractivos turísticos de San Luis, ahora ofrece expediciones al interior de las minas, visitas a la Iglesia de piedra, cabalgatas, recorrida por la gruta de pinturas rupestres y la histórica Casa de Juan Crisóstomo Lafinur, actualmente Museo de la Poesía Manuscrita.
Al pie del Cerro Tomolasta, a 1.600 metros sobre el nivel del mar y en el centro mismo de las sierras puntanas, dos cauces de agua recorren el pueblo en forma de cuña formando el río Grande.
Este pueblo de altura y calles empedradas fue epicentro de la fiebre del oro en Argentina durante los siglos dieciocho y diecinueve, primero con los españoles y después con los ingleses, quienes agotaron los recursos de las montañas dejando un pasivo ambiental en la región.
Con un total de 36.000 plazas hoteleras más infinidad de actividades, atractivos naturales, eventos culturales y espectáculos de entretenimiento, la provincia de San Luis es uno de los destinos turísticos emergentes más visitados de la Argentina.
El titular de la cartera puntana Luis Macagno señaló que el gobierno del mandatario provincial Alberto Rodríguez Saá está desarrollando un Plan de Competitividad que vincula acciones entre organismos públicos, municipios e integrantes del sector privado para “acompañar el crecimiento” del sector.