Además, el turismo uruguayo representó el 12% de las exportaciones nacionales y el 45% de las exportaciones de servicios. Estos números son resultado directo de ventajas competitivas como la seguridad tanto en las calles como en las playas, su relación precio - calidad en materia en la gastronomía, transporte e incluso en el segmento de inmobiliarias en Punta del Este.
Los beneficios también se extendieron en términos laborales porque la industria uruguaya de los viajes empleó a 121.400 personas, equivalente al 7,3% de la fuerza de trabajo destacándose por su capacidad para ofrecer oportunidades a jóvenes con estudios secundarios.
Sin embargo, los ingresos del sector en 2023 fueron un 23% menores que en 2019, reflejando los efectos persistentes de la pandemia de COVID-19. La alta dependencia del turismo receptivo extranjero, que representa el 85% del total de visitantes, supone un desafío adicional, ya que la mayoría de los turistas provienen de países vecinos como Argentina (65%) y Brasil (16%).
El informe de Camtur destaca áreas críticas como la necesidad de incrementar la inversión en promoción internacional. Entre 2016 y 2023, la inversión del Ministerio de Turismo (Mintur) se redujo un 27% en términos reales, alcanzando apenas el 0,08% del presupuesto nacional en 2023. Estos recortes limitan la capacidad de ejecutar campañas internacionales, mejorar la infraestructura y apoyar a emprendedores locales.
Para afrontar estos desafíos, Uruguay podría priorizar estrategias como:
- Diversificación de mercados emisores : Promocionar el país en Europa, Estados Unidos y otros mercados emergentes.
- Fomento del turismo interno : Incentivar a los uruguayos a explorar su propio país mediante descuentos y campañas específicas.
- Innovación digital : Incorporar tecnologías que mejoren la experiencia turística.
- Sostenibilidad : Implementar prácticas responsables que protejan los recursos naturales y culturales del país.
Aunque Uruguay tiene ventajas como estabilidad económica y seguridad, enfrenta competencia de países como Argentina, Brasil y Chile, que cuentan con mayores recursos promocionales y una oferta turística más diversificada. Para mantenerse competitivo, el país deberá enfocarse en nichos como el ecoturismo y el enoturismo.
El turismo continúa siendo un motor económico esencial para Uruguay. No obstante, para consolidarse como un destino de referencia en la región, es fundamental fortalecer las políticas públicas y la colaboración entre los sectores público y privado.