Para los apasionados de la bicicleta MTB de ruedas anchas, Tucumán ofrece dos escenarios ideales para pedalear como el cerro San Javier y Yerba Buena a diez kilómetros al oeste de San Miguel donde también se realizan caminatas e incluso running de montaña.
Como en cualquier salida tanto recreativa como de entrenamiento, se deberá llevar casco e hidratación más un kit de reparaciones para solucionar eventuales pinchazos o desperfectos mecánicos.
Tanto pedaleando como a pura zancada, subir estas pendientes o bajar por sus caminos de ripio sorteando árboles y matorrales resulta un desafío extremo que requiere idénticas dosis de resistencia; fuerza y técnica.
Tucumán desde el aire, también en el agua
Loma Bola está considerada como el centro número uno del parapente nacional gracias a sus dos promontorios donde, en unos pocos metros, uno cae al vacío para que -mediante las corrientes de aire- elevarse a ochocientos metros de altura sobre el valle.
Los aficionados pueden disfrutar de vuelos de bautismo junto a un piloto que oficia de guía durante quince minutos que, como opción más extrema pero sin dejar de ser segura, puede hace un medio looping o un vuelo rasante sobre los árboles.
Mayor espejo de agua tucumano, el dique El Cadillal invita a remar con diferentes tipos de embarcaciones siendo el kayak la opción más recomendable para quienes recién se inician en esta actividad deportiva porque son estables y sencillos de dominar.
Hay kayaks dobles especialmente pensados para remar junto a un instructor con salidas de fondo que, en cuatro horas, se llega ida y vuelta a la Tercera Bahia, un punto en la costa del dique
La ciudad de San Miguel de Tucumán tiene unas 4.000 camas disponibles, casi la mitad de plazas turísticas de toda la provincia.