En plena temporada de verano en la que se perfilaba para recibir a 5 millones de visitantes incluyendo viajeros del exterior, el turismo incaico recibió un golpe letal porque no ingresarán divisas y perderá puestos de trabajo por el accidente ocurrido en una refinería del mar de Perú, uno de los más ricos del mundo gracia a su biodiversidad.
“El derrame de crudo afectó a miles de personas y negocios que viven directa e indirectamente de los viajeros que se acercan a nuestras playas”, afirmó el ministro de comercio exterior y turismo de Perú, Roberto Sánchez, quien estimó que las pérdidas económicas equivaldrían a 52 millones de dólares.
El titular de la cartera turística peruana consideró que se dañó a miles de empleos afectando desde cadenas de hoteles; restaurantes; bares y agencias de viaje hasta operadores; sombrilleros y vendedores ambulantes.
A través de un comunicado de prensa, la compañía petroquímica Repsol informó que a fines de febrero terminará la limpieza que realiza en las zonas afectadas por el derrame de crudo.
El buque italiano que derramó los 6.000 barriles de petróleo continúa anclado dado que la justicia peruana le prohibió zarpar mientras se investiga este hecho que contaminó la costa de la capital del país.
Durante este fin de semana, a pesar de la sensación térmica de treinta grados, operarios enfundados en trajes blanco extrajeron el petróleo acumulado en la playa Cavero, una de las más afectadas. Los obreros habían colocado más de una decena de barriles vacíos que llenaron de crudo para después enviar a un camión cisterna.
Considerado por el gobierno como el peor desastre ambiental de las últimas tres décadas en su capital, el demarre contaminó una zona del litoral tan grande como 270 canchas de fútbol mientras que se calcula a 118 campos en el mar.
Además, Perú fue afectado este fin de semana por las lluvias que inundaron varias comunidades de Cuzco y la zona arqueológica de Machu Picchu.
El desborde del río Alccamayo causó daños estructurales en edificios de la zona y su vía férrea. Según las autoridades se reportó la desaparición de una persona, un herido y 900 evacuados en su principal fuente turística que, desde la irrupción del Covid-19, sólo recibe 447.800 visitantes, muy por debajo del millón y medio de viajeros que arribaban antes de la pandemia generando ingresos por 1.400 millones de dólares.