Según el informe de la CAME, el éxito de esta temporada estival riojana se basó en la llegada de turistas regionales y, muy especialmente, gracias a eventos locales como la Fiesta Nacional de la Chaya que reunió a 100.000 visitantes en siete días.
Este relevamiento, que también incluyó datos aportados por el Centro Comercial de la Ciudad Capital, constató una ocupación en aumento constante desde diciembre hasta febrero en las 7.000 plazas hoteleras de la provincia.
“Estamos abocados al programa La Rioja 10 Mil para aumentar nuestras plazas hoteleras a esa cifra antes del final de la gestión, así daremos un gran paso para ponernos a la vanguardia del turismo en el norte del país”, afirmó el ministro de turismo riojano, Gustavo Luna, en declaraciones formuladas al diario La Rioja 12 destacando que los visitantes gastaron 1.500 millones de pesos en consumo de productos y servicios locales.
El titular de la cartera provincial consideró que estas cifras superaron toda expectativa consolidando una temporada de verano sorprendente en cuanto a cantidad de turistas; promedio de la estadía y los gastos diarios realizados por los viajeros.
Como lugares más visitados de esta temporada estival riojana se destacaron el Parque Nacional Talampaya, la Reserva Provincial Laguna Brava, la Reserva Provincial Los Colorados, el Parque Provincial El Chiflón, el Parque de Dinosaurios, las Termas de Santa Teresita y la Reserva Quebrada del Cóndor.
Sin incluir alojamiento, el gasto promedio diario turístico rondó los $2.700 con el programa Pre Viaje como fuente que aportó 14.690 turistas a La Rioja durante la temporada de verano.
Como dato alentador a mediano plazo, se extendió el promedio de la estadía en La Rioja mientras que la ocupación hotelera ahora no se limitó a la capital ni a Villa Unión porque también se expandió al resto de los departamentos de la provincia.