Denominada Junk Fee Protection Act, esta propuesta de normativa se elevó al congreso estadounidense para desterrar las prácticas comerciales desleales que consisten en que, previo al viaje cuando los turistas están prácticamente armando sus valijas, surge un gasto no contemplado previamente pero que resulta obligatorio e indispensable para poder embarcarse.
Sin afectar al alquiler temporal de vehículos, este proyecta enumera cuatro tipos de gastos inadmisibles como abonar un adicional para poder sentarse junto a otros miembros de su grupo familiar en un avión o los precios extras para servicios hoteleros que deberían estar incluidos en la tarifa normal.
Como parte de los fundamentos que el mandatario norteamericano expuso ante los legisladores de su país, Biden sostuvo que las compañías turísticas se aprovecharon indebidamente de huecos legales que les permitían cobrar estos conceptos que calificó de ilegales.
Por su parte, las aerolíneas se defendieron argumentando que este intervencionismo estatal incrementaría los precios para todos los viajes, algo que actualmente no abarca a la totalidad de destinos, distancias ni clases.
"Estos costos ocultos se llevan cientos de dólares anuales de los bolsillos de las familias norteamericanas que trabajaron duro para conseguirlos", afirmó el presidente Joe Biden en su intervención ante la Cámara de Representantes.
El turismo le aportó 1.300 millones de dólares a los Estados Unidos durante el año pasado reactivándose luego del 2020 cuando sufrió una merma del 50% en comparación a la temporada previa a irrupción de los contagios masivos de coronavirus que sólo le permitieron generar ingresos de 4.900 millones.
Washington recibió a diecinueve millones de visitantes durante el año pasado, seis millones más que en 2020 cuando comenzaron las restricciones sanitarias para evitar contagios masivos de coronavirus.
Si bien los especialistas del sector consideran que podría transcurrir un lustro hasta que se alcancen los niveles de turismo previos al Covid, las cifras crecen una temporada tras otra en la capital de los Estados Unidos.