Entre los destinos más recomendables se encuentra Fiordland, hogar del famoso Milford Sound que es un fiordo rodeado de acantilados escarpados y cascadas majestuosas.
La infraestructura de senderismo y cruceros en la zona asegura que los visitantes puedan explorar este paraíso natural de manera accesible y respetuosa con el entorno.
Situado en la Isla Norte, el Parque Nacional Tongariro es un atractivo imperdible. Reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, este parque alberga el famoso Tongariro Alpine Crossing, una caminata de un día que atraviesa paisajes volcánicos surrealistas y ofrece vistas panorámicas del Monte Ngauruhoe conocido como el Monte del Destino en la trilogía de El Señor de los Anillos.
El impacto de la cultura maorí es palpable en Rotorua donde géiseres, piscinas de barro hirviente y aguas termales dan testimonio de la actividad geotérmica única de la región. Nueva Zelanda no solo ofrece paisajes deslumbrantes, sino también una conexión profunda con la cultura maorí, que enriquece la experiencia de los visitantes.
Para los amantes de la aventura, Queenstown en la Isla Sur es el lugar ideal. Conocida como la capital de la aventura de Nueva Zelanda, Queenstown ofrece actividades como bungee jumping, skydiving y rafting, todo enmarcado por los picos nevados de los Remarkables y el lago cristalino Wakatipu.
A su vez, la región de Marlborough en la Isla Sur es célebre por sus viñedos y su deliciosa producción de vino Sauvignon Blanc.
Con una combinación única de aventura, cultura y paisajes impresionantes, Nueva Zelanda es un destino más que recomendable para disfrutar de una experiencia inolvidable en medio de la naturaleza salvaje de Oceanía.