Arribé a la capital colombiana por motivos familiares, una celebración que no podría haber tenido mejor escenario porque Bogotá tiene todo lo que necesita un turista con la ventaja que su geografía, cercanía y medios de transporte permiten conocerla a fondo en tan sólo un fin de semana aunque sus múltiples encantos, como el colorido de sus flores, merecen dedicarle más tiempo.
Tercera capital más alta del mundo después de la ecuatoriana Quito y la boliviana La Paz, la ciudad de Bogotá se sitúa a 2.625 metros de altura sobre el nivel del mar con casi ocho millones de habitantes cuyo denominador común es la amabilidad y colaboración con sus visitantes.
Ubicada en el norte de la ciudad, Usaquén es su localidad número uno y cuenta con el centro comercial Usaquén Plaza que tiene un polo gastronómico para degustar platos típicos como cocina étnica y global pero siempre con sello de autor sumado a bares que sobresalen por su atención cinco estrellas.
Si querés beber ricos tragos escuchando salsa, tenés que visitar el bar Pedro Mandinga donde su impronta colonial te hará sentir en el casco histórico de Panamá, enclave originario del mítico boliche centroamericano. Te sugiero que te acomodes en su barra para saborear la mayor variedad de ron añejo que se sirve con un poco de hielo y agua o soda, también como ingrediente para un Daiquiri; Mojito o Mai Tai.
Para terminar la noche, nada mejor que bailar rumba al ritmo de una banda en vivo en alguna de las sedes de Café Libro, en especial su local de la calle Parque 93 que puede definirse como el punto de encuentro de la salda; el son y la música del Caribe.
Durante el día, apenas sale el sol ya que tenés una hora y media de viaje en micro, prepará tu mochila y calzate tus zapatillas deportivas para recorrer Villa de Leyva y la laguna del cacique Guatavita en la cordillera oriental. Subirás escaleras para ver ese espejo de agua a casi 3.800 metros de altura sobre el nivel del mar.
A cincuenta kilómetros al norte de Bogotá, se levanta la catedral de sal de Zipaquirá, un ícono de la arquitectura religiosa construida en los años noventa por Roswell Garavito Pearl a 180 metros bajo tierra en el interior de una mina de sal que fue explotada desde 1801.
Para todas las edades, gustos e intereses, Bogotá lo tiene todo para cautivar al turista, en mi caso fue un amor a primera vista. La prensa especializada lo confirma, ei dario estadounidense The New York Times colocó a la capital colombiana en el 21° puesto entre los 53 mejores destinos a nivel mundial.
Haceme caso, prepará tu pasaporte que Bogotá te espera con los brazos abiertos.