El Gobierno argentino suspendió el feriado puente del 24 de mayo por la situación epidemiológica que atraviesa el país. La decisión, fue tomada en conjunto entre los ministerios del Interior y de Turismo.
Desde la cartera que conduce Matías Lammens adelantaron que, en primera instancia, el feriado puente se pasará al mes agosto, para complementar el martes 17, fecha en que se conmemora el Día del Paso a la Inmortalidad de San Martín.
"La idea, obviamente por la cuestión sanitaria, era que no hubiera movimiento turístico ese fin de semana. Al ser el lunes 24 un feriado puente para estimular la industria turística, con esta restricción dejaba de tener sentido", señalaron desde Turismo.
"Es una medida sensata en defensa de la salud pero también del turismo porque este fin de semana iba a ser muy malo. En cambio, en agosto, con la situación sanitaria mejorada y un buen clima, va a a tener mayor movimiento", agregaron fuentes del Ministerio.
El 24 de mayo era el primer feriado con fines turísticos previsto en el calendario 2021.
De acuerdo al Ministerio del Interior, quedan otros dos para este año: el viernes 8 de octubre (antes del lunes 11, trasladado desde el 12 por el Día del Respeto a la Diversidad Cultural) y el lunes 22 de noviembre (luego del sábado 20, Día de la Soberanía Nacional).
Mientras tanto el sector se sigue preparando para la tan mentada “nueva normalidad”, Yanina Martinez secretaria de Turismo de la Nación, Junto a Aldo Elías, presidente de la Cámara Argentina de Turismo y Claudia Grynzspan, presidenta del Consejo Federal de Turismo, presidieron el Congreso Internacional de Turismo Argentino 2021, que convocó a todos los actores de la cadena de valor del turismo, para intercambiar experiencias, conocimientos y nuevas ideas que nos permitan continuar reconstruyendo de la mejor manera la actividad turística.
El evento reunió virtualmente a 4000 inscriptos y destacados panelistas comprometidos con el sector turístico, en formato hibrido.
Semana Santa fue el antecedente
El precedente más cercano, que generó debates al interior del Gobierno, fue Semana Santa, del 1° al 4 de abril.
Entonces, en plena suba de contagios, hubo reuniones entre distintos ministerios e incluso con empresarios del sector turístico, uno de los más golpeados por la cuarentena, para evaluar restricciones.
Finalmente, el ministro de Turismo y Deportes de la Nación, Matías Lammens, y la ministra de Salud, Carla Vizzotti, les confirmaron a las cámaras turísticas que no impondrían trabas al turismo. En cambio, pidieron a la población extremar los cuidados y protocolos.
De todas maneras, desde la Casa Rosada buscaron desalentar los viajes hacia y desde el exterior. También suspendieron los vuelos procedentes de Brasil, Chile y México (ya regía una medida similar con Gran Bretaña) y reforzaron el control de las fronteras.
Finalmente, 4,2 millones de turistas argentinos visitaron diferentes zonas de la Argentina a lo largo de Semana Santa.
Los visitantes desembolsaron alrededor de 14.066 millones de pesos a lo largo de los cuatro días, según un informe confeccionado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Como en Semana Santa de 2020 regía el estricto aislamiento social, preventivo y obligatorio, para encontrar registros similares hay que remontarse a 2019. Aquel año se movilizaron 4,7 millones de personas.
"Más de la mitad de quienes tenían reservas para hacer turismo en Semana Santa decidieron cancelarlas, mientras nosotros manteníamos cerradas las fronteras y suspendíamos vuelos con algunos países", evaluó Alberto Fernández a fines de abril, cuando anunció nuevas medidas contra el coronavirus.