Estas acciones se tomarían a través del ministerio de economía para contener los gastos que los argentinos realizan en el exterior. Los técnicos del gabinete creen que así interrumpirán la salida de divisas para cumplir los compromisos que la gestión presidencial de Alberto Fernández asumió con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Entre las principales acciones que se implementarían con el dólar turista para detener el desequilibrio cambiario se estudian
- Aumentar al 52% el impuesto que retiene a cuenta de Ganancias y Bienes Personales que comenzó con un 35% para, veinte días atrás, elevarse al 45% en caso de gastos efectuados en el exterior.
- Obligar a que los consumidores de servicios y productos en el exterior deban comprar los dólares en el MEP (Mercado Electrónico de Pagos), algo que ya está regulado en el sistema financiero siendo una operatoria habitual de las entidades bancarias.
- Elevar la alícuota del impuesto PAÍS llevándolo del 30 al 38% ya que, de esa manera, no necesitarían la aprobación legislativa.
- Desdoblamiento cambiario para que los turistas extranjeros que nos visitan puedan abonar sus gastos directamente con la tarjeta de crédito y esos billetes norteamericanos impactarían positivamente en la reserva del Banco Central.
Con estas medidas, según sostienen los economistas, el dólar turista se aproximaría a los 290 pesos. En la actualidad, la brecha entre el dólar turista y el blue se ubica en un mínimo de 276 y 264 pesos respectivamente.
Tras regresar de la capital norteamericana de Washington donde se reunió con funcionarios del gobierno estadounidense y representantes de organismos multilaterales de crédito, el ministro de economía Sergio Massa analizará acciones para aplicar al dólar turista -también llamado tarjeta- y a las importaciones.
Tanto los integrantes del gobierno argentino como los economistas locales aliados a la postura oficialista sostienen que los dólares que se lleva el turismo son aquellos que le faltan a la industria nacional mientras la Unión Industrial Argentina (UIA) y la CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa) aducen que sufren restricciones estatales para importar maquinaria e insumos.
Ambas entidades empresariales exigen que el presidente Alberto Fernández detenga la fuga de reservas del Banco Central para turismo en el exterior y los consumos con tarjeta de crédito. A su vez, el sector de los viajes aduce que el dólar turista soporta una carga del 50% respecto al valor de la moneda norteamericana para importar.
Desde la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (FAEVYT), se hizo hincapié en que el dólar turista no es el mismo que el dólar industrial considerando que se requieren medidas que promuevan la liquidación del turismo receptivo en el mercado formal.
Según la FAEVYT, el 75% de la sangría de divisas se relaciona con los consumos en moneda extranjera que se efectúan a través de compras online.
Las estadísticas oficiales revelaron que, durante el semestre inicial de 2022, se demandaron 2.000 millones de dólares por ahorro en contraposición con los pagos de viajes; pasajes y gastos con tarjetas de crédito que sólo sumaron 4.116 millones de la divisa norteamericana. Con estas cifras, se estima que este año culminará en rojo con una pérdida cercana a los 7.500 millones de dólares por viajes y gastos.