El crecimiento del número de estos visitantes es fruto directo de la denominada operación Marhaba –conocida en Europa como Paso del Estrecho- que se reanudó este verano después de dos años de inactividad total a raíz de la ola de contagios masivos de coronavirus sumado a la crisis diplomática surgida entre España y Marruecos.
A mediados de la semana pasada, el presidente marroquí Aziz Ajanuch comunicó que hasta finales de agosto se registró el ingreso de 2,8 millones de viajeros en el marco del Marhaba que gestiona el tránsito de emigrantes por vía aérea, marítima y terrestre entre representando un crecimiento en comparación a los niveles previos a la pandemia de Covid-19.
Titular de la Asociación de Guías Turísticos de Marrakech, Abdessadeq Qassimi, el sector sufrió "un período de muerte" hasta que se abrieron las fronteras en febrero pasado mientras que los espacios aéreos se habilitaron recién dos meses después.
Según Quassimi el turismo marroquí comenzó su recuperación a mediados de mayo como resultado de los viajes internos sumado a la llegada de emigrantes que, entre julio y agosto, regresaron para visitar a sus familiares.
"Nos quedó apenas un 15% para recuperar los niveles de actividad turística que teníamos antes de la pandemia", añadió el presidente de la Asociación de Guías Turísticos de Marrakech.
Por su parte, el ministerio de turismo confirmó esta tendencia positiva revelando que Marruecos atrajo a 3,2 millones de turistas entre junio y julio de este año recuperando el 100% de las llegadas de ese mismo bimestre de 2019 cuando todavía no había irrumpido el coronavirus.