Durante los doce meses del año pasado, la suma de ingresos turísticos le aportó a Grecia un total de 17.631 millones de euros que equivale a un 67,9% más que 2021 perfilándose como un pilar del producto bruto interno (PBI) al que le aporta un 21% de su importe total.
Según los registros oficiales del Banco de Grecia, estas cifras sobre turismo receptivo estuvieron muy cerca de igualar los 31,3 millones de turistas de 2019 cuando no había irrumpido la pandemia de Covid-19 y que constituye su récord histórico a nivel nacional.
Como dato alentador que exhibe la recuperación griega, estos 27,8 millones de turistas extranjeros casi cuadriplicaron el número de visitantes que ingresaron a Grecia en 2020, aquellos 7,3 millones que provocaron la crisis más grande en el sector, especialmente en rubros como hotelería y gastronomía.
El máximo aumento porcentual de turistas se produjo en las visitas procedentes de países no pertenecientes a la Unión Europea, los cuales crecieron un 136% hasta llegar a los 10.840 millones de personas.
Su mayor fuente emisora fue el Reino Unido, seguida de cerca por Alemania. Producto de las sanciones económicas impuestas como represalia por la invasión militar a Ucrania, se redujo un 69,8% las llegadas de turistas procedentes de Rusia.
A principios de febrero pasado, el gobierno griego suscribió acuerdos de colaboración con una decena de compañías aéreas internacionales para captar más turistas extranjeros ofreciéndoles mejor conectividad fuera de la temporada estival como parte de las políticas públicas orientadas a romper la estacionalidad de este destino europeo.
Además, durante la entrega de premios Business Destinations Travel Awards 2022, se eligió a la capital griega como el Mejor Destino MICE de Europa debido a la alta calidad de servicios; productos e infraestructura a disposición del turismo de reuniones y negocios.