Con su capital El Cairo y la ciudad de Alejandría como sus principales destinos, Egipto trabaja para atraer treinta millones de turistas extranjeros anuales en 2028 que implicaría duplicar sus actuales ingresos de visitantes internacionales.
Como forma de lograr esta meta, el gobierno egipcio lanzó un plan estratégico para captar inversores del exterior que financien la construcción de 250.000 plazas hoteleras adicionales para sumar a las 250.000 ya existentes.
A pesar de la inactividad sufrida en el último trimestre del año pasado tras el ataque terrorista de Hamas a Israel que desató el conflicto bélico que aún persiste, Egipto sumó quince millones de arribos por parte de viajeros extranjeros que constituyó su récord histórico.
El ministro de Turismo, Ahmed Issa, informó a la cadena periodística local Sky News Arabia que se redujo el ritmo de llegadas aunque aún espera un crecimiento de visitantes del 4% frente al 20% anterior.
La industria de los viajes es un pilar fundamental de Egipto dado que representa su segunda fuente de ingresos de divisas por detrás del Canal de Suez.
El turismo le aportó el 10,3% del Producto Bruto Interno (PBI) y le da empleo a tres millones de personas que equivale l 12,6% de la masa laboral egipcia.
A mediados de julio pasado, el gobierno de Egipto autorizó que sus ciudadanos como los turistas extranjeros tomen fotografías o filmen videos en las calles y espacios públicos de todo el país, una práctica prohibida por motivos de seguridad que ahora se permite para captar más viajeros del exterior que inyecten divisas y generen nuevos empleos.
Además, en abril pasado, el gobierno de Egipto autorizó el uso de visas electrónicas para ingresar al país como parte de un paquete de medidas destinadas a impulsar el turismo receptivo.