En la frontera con Salta, los comerciantes argentinos observan de cerca la tendencia alcista del dólar paralelo en Bolivia. Debido a la alta inflación y la incertidumbre económica, muchos optan por no vender en el contexto actual. Según Alberto Grigera, periodista de Radio Ciudad Yacuiba, mientras el dólar oficial se cotiza a 6,97 pesos bolivianos, en Santa Cruz de la Sierra y Yacuiba se encuentra a 12 bolivianos, lo que implica una diferencia de hasta el 80 por ciento entre el mercado oficial y el paralelo.
A pesar de la crisis económica, los argentinos han reactivado los viajes de compras a Bolivia. Tras las vacaciones de invierno, muchas familias salteñas están viajando a Tarija para aprovechar la diferencia de precios. Un menú en Tarija cuesta aproximadamente 10 pesos bolivianos, menos de un dólar, mientras que en Salta, el costo promedio es de 5 mil pesos argentinos, alrededor de 3 dólares, según la cotización blue.
La disparidad en los precios impulsó el flujo de mercadería no perecedera desde Bolivia hacia Argentina. Esta nueva dinámica en el comercio fronterizo refleja cómo las fluctuaciones en la cotización del dólar blue están moldeando el turismo de compras, con argentinos buscando aprovechar los precios más bajos en Bolivia.
Esta escasez de dólares en los bancos bolivianos elevó la cotización en el mercado informal. La restricción que limita la compra a cien dólares por persona redujo la circulación de moneda norteamericana, intensificando la disparada del dólar blue. A esto se suman bloqueos en la frontera por parte de médicos y transportistas, provocados por problemas de pagos y la escasez de gasoil.
David Maygua, periodista de la revista Tarija Economía, explicó que la falta de dólares no se debe a una escasez generalizada, sino a la falta de circulante. En Tarija, los pocos dólares disponibles provienen de argentinos que están regresando y vendiéndolos en casas de cambio, con una cotización de 11 pesos bolivianos por dólar. Maygua añadió que la escasez en circulación ha contribuido a la subida de los precios debido a la alta demanda y la oferta limitada.
Los economistas temen una posible devaluación del dólar oficial en Bolivia, lo que podría desencadenar una inflación no vista en más de 15 años. Esta inflación ya es perceptible en el aumento de los precios de alimentos, impulsada por los altos costos de transporte. Como medida temporal, el Gobierno de Bolivia ha recurrido a tres barcos rusos cargados de gasoil en el puerto de Arica (Chile), aunque se desconoce el costo asociado a esta solución.
El desbalance entre importaciones y exportaciones es un factor clave en la actual situación económica. "Bolivia exporta menos y no tenemos dólares para importar. La ley de oferta y demanda explica que, con pocos dólares disponibles, su demanda y precio aumentan", comentó Maygua. Esta dinámica ha llevado a una creciente demanda de dólares en efectivo en la frontera, consolidando la tendencia a la alza del dólar blue.