Cada vez más revalorado en esta etapa post pandemia de Covid, el turismo rural ofrece contacto directo con la esencia de la región, destacando sus tradiciones culturales, gastronómicas y naturales llenas de autenticidad y hospitalidad.
Las comunidades chaqueñas, junto con sus costumbres criollas y migrantes, mantienen vivas tradiciones a través de la producción de la tierra, la creación de artesanías únicas y la preparación de comidas típicas. Los visitantes pueden participar en diversas actividades como cabalgatas, observación de aves, camping, pesca y paseos al aire libre, todos perfectos para desconectarse y disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión.
En los alrededores de Resistencia, la capital provincial, se encuentran numerosas estancias, restaurantes de campo y hoteles rurales. Estos lugares garantizan descanso sin sobresaltos e incorporan opciones gastronómicas y culturales enriquecedoras para niños, jóvenes y adultos.
Uno de los destinos turísticos chaqueños más emblemáticos es la localidad de General José de San Martín, ideal para acampar junto al río Bermejo, degustar platos típicos elaborados con ingredientes locales y compartir momentos en torno al fuego mientras se cuentan historias y leyendas de la región.
El gobierno del Chaco, a través del Instituto de Turismo, implementó una política de desarrollo que sitúa al turismo rural como uno de sus pilares fundamentales. Este modelo incluye la capacitación de prestadores locales mediante talleres especializados y la promoción de la región en eventos importantes como la Feria Internacional de Turismo (FIT) y FITPAR, donde se ha puesto de relieve la riqueza cultural, natural y gastronómica de Chaco.
Verónica Mazzaroli, presidenta del Instituto de Turismo del Chaco, expresó su entusiasmo sobre el impacto positivo del turismo rural en las comunidades: "El turismo rural es uno de los pilares que más nos enorgullece, porque no solo muestra lo auténtico de nuestra provincia, sino que también ayuda a muchas familias a obtener ingresos y a compartir su forma de vida, su cultura y su entorno natural con los visitantes."
Mazzaroli subrayó que el turismo rural tiene el poder de conectar a las personas con la esencia del Chaco: "Cuando alguien visita una estancia o una pequeña comunidad rural, no solo encuentra paisajes hermosos, sino también historias, saberes ancestrales y una calidez que refleja lo mejor de nuestra gente. Estamos orgullosos de ser una provincia que apuesta al turismo como un puente entre culturas y como una herramienta para el desarrollo."
Este enfoque en el turismo rural revitaliza la economía local, también promueve una comprensión más profunda y un aprecio por las tradiciones y la vida cotidiana de los chaqueños. Es una invitación a redescubrir la autenticidad y la diversidad cultural que Chaco tiene para ofrecer, transformando la visita en una experiencia enriquecedora tanto para quienes vienen de afuera como para los mismos habitantes de la provincia.