Según divulgó la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (ProPerú) los viajes internos, más el arribo de visitantes del extranjero, colaboran con la reactivación de la economía perfilándose para acercarse a los niveles previos a la irrupción de la pandemia de Covid-19.
“El turismo en 2021 contribuyó con el 2% del PBI, antes de los contagios masivos de coronavirus llegó a representar el 3,9%, estimamos que este año habrá una recuperación que alcanzaría el 2,5% del producto bruto interno”, afirmó Amora Carbajal, presidenta ejecutiva de PromPerú.
La titular de este ente estatal dependiente del ministerio de comercio exterior y turismo destacó la necesidad de contar con un mayor flujo de visitantes internacionales.
“Calculamos que este año recibiremos 540.000 turistas extranjeros, principalmente de países sudamericanos como Chile; Colombia; Ecuador y Brasil debido a la cercanía y conectividad existente”, adelantó Amora Carbajal.
Ante el interés de visitar Perú por parte de ciudadanos de Estados Unidos y Europa, PromPerú implementó una campaña de difusión internacional dirigida a ambos mercados como potenciales fuentes de ingreso de divisas.
“El turista post-Covid busca estadías más largas y nuestro país es un destino de turismo cultural pero también de naturaleza, aventura y gastronomía”, aseguró la funcionaria ponderando la labor desplegada en el evento FITur 2022 celebrado la semana pasada en la ciudad española de Madrid donde mantuvieron rondas de negocios junto a diecinueve empresas peruanas.
Los departamentos más visitados de Perú son Lima, capital nacional que concentró el 73% de los turistas, seguida de Cusco con el 37% mientras Tacna se situó en tercera colocación con 28%. Por su parte, Puno y Arequipa recibieron al 17% cada uno. En promedio, los turistas recorren dos regiones durante su visita.
En la actualidad, Perú sufre las consecuencias de una erupción volcánica submarina en Tonga que perjudicó su medioambiente y economía. El turismo peruano perdió 52 millones de dólares por el derrame de 6.000 barriles de petróleo que contaminaron veintiún playas cuando, a raíz del sismo en las islas de Oceanía, volcó un buque de la empresa española Repsol frente a una refinería en la ciudad de Lima.