Como forma de acompañar atardeceres o noches en familia, con amigos o en pareja, en Tandil se pueden degustar sus legendarias picadas a base de salames y quesos locales como, entre otros, el provolone, provoleta, gruyer, azul, banquete, pecorino, cheddar, romano, brie, camembert y cuartirolo,
Tandil también cuenta con un amplío catálogo de bares; pulperías y restaurantes urbanos o rurales donde las picadas se pueden maridar con alguna de su medio centenar de cervezas artesanales o sus seis variedades de vinos.
Para quienes gustan del turismo deportivo, los Circuitos de Aventura brindan recorridos y actividades en los parques aéreos, entre piedras cerros y canteras, particularmente en los cerros Centinela y Aurora, con su Valle del Picapedrero. Las propuestas incluyen desafíos y entretenimiento para todas las edades, con obstáculos de troncos, puentes, sogas, gomas y redes, para vivirlos a pura adrenalina aunque con las medidas de seguridad necesarios y las explicaciones de los expertos.
En esos espacios se puede practicar escalada, rappel, canopy, tirolesa, cruces por puentes tibetanos, en tanto las sierras son escenarios ideales para cabalgata, mountain bike, trekking, además del turismo rural en establecimientos de campo y experiencias ecológicas.
A las afueras de la ciudad de Tandil, situado en el paraje El Centinela, el Centro Recreativo de Fauna Rescatada aloja a más de setenta especies de aves y animales que pueden ser observadas durante el proceso de recuperación en un hábitat natural.
Cercano a Tandil, patria chica del múltiple campeón de automovilismo de Fórmula Uno, Juan Manuel Fangio, la ciudad de Balcarce es ideal para distenderse frente a la Laguna Brava y los cerros del sistema de Tandilia.
Una buena alternativa sería hospedarse en alguno de sus complejos de cabañas rodeadas de la naturaleza pero bien cerca de sus polos gastronómicos que cuentan con cocina de autor para todos los bolsillos.