Los datos gubernamentales mendocinos registran que, en la primera quincena de enero de 2023, arribaron 140.000 turistas que equivalen a 80.000 personas menos que las contabilizadas en esas mismas dos semanas iniciales del año pasado.

En un contexto nacional donde el turismo bate récords históricos de ocupación hotelera y número de viajeros, en la provincia de Mendoza decayó más de un tercio la cantidad de arribos estivales a pesar de contar con paisajes naturales, un nutrido calendario de eventos e infraestructura.

“Esta situación es preocupante porque se trata de una de las principales fuentes de la economía provincial considerando que, según el Observatorio del Turismo, esta actividad emplea a más de 20.000 personas directamente e indirectamente ese número se duplica”, afirmó el senador Lucas Llardo, presidente del bloque legislativo del Frente de Todos.

A través de declaraciones formuladas a la prensa local, añadió que los visitantes suelen realizar “comentarios negativos sobre la falta de infraestructura pública en algunos puntos importantes para el sector como el dique Potrerillos". 

El senador peronista elevó un pedido de informes en la legislatura para conocer las cifras exactas y el detalle de las medidas adoptadas para analizar los hechos proponiendo soluciones a corto, mediano y largo plazo.

Mediante esa solicitud legislativa se peticionó al poder ejecutivo mendocino que especifique los datos sobre ocupación general de las plazas turísticas; el número de noches que permanecieron los visitantes y el gasto promedio realizado en la provincia.

En tanto, el proyecto también busca conocer las políticas públicas y campañas implementadas durante el año 2022 para promover a Mendoza como plaza atractiva a nivel nacional e internacional especificando el presupuesto invertido.

El requerimiento también incluye la cantidad de personal con el que cuenta el Ente de Turismo provincial y si durante los últimos seis meses se registraron renuncias de trabajadores del área de promoción turística.

La provincia de Mendoza atrajo a 3.583.000 turistas desde enero a noviembre de 2022 para luego superar los 3.815.000 visitantes que recibió en los doce meses de 2019 cuanto todavía no había irrumpido la pandemia de Covid.

La tierra del sol y el buen vino también fue uno de los destinos más elegidos de la Argentina en el receso de mitad de año pasado cuando ingresaron 1.560 millones de pesos a través de las 240.000 personas que recorrieron la provincia de Mendoza durante las dos semanas de vacaciones invierno con un promedio del 90% de ocupación hotelera.

Quienes vacacionaron en Mendoza gastaron alrededor de 6.500 pesos diarios con un pernocte que promedió los cuatro días por persona superando los índices de arribos y estadías registrados en las vacaciones de invierno de 2019 previo a la ola de contagios masivos de coronavirus.