Este paraíso natural atrae cada año un promedio de 60.000 visitantes que lo convierten en el más concurrido de los 38 parques nacionales de Argentina. Su éxito radica en su modelo de gestión, que involucra tanto a la administración pública como al sector empresarial privado. La reintegración de especies autóctonas como el yaguareté, el oso hormiguero y el guacamayo rojo no solo exhibe como fue restaurado el ecosistema, también se tornó en una atracción clave para los visitantes. 

Sin embargo, este crecimiento plantea retos significativos. La infraestructura en algunas áreas todavía es limitada, dificultando el acceso y la estadía de los turistas. Además, la sostenibilidad del destino requiere un monitoreo constante para evitar el impacto negativo del aumento del turismo en el entorno natural.

El involucramiento de las comunidades locales ha sido esencial para garantizar el éxito del proyecto. Mediante capacitaciones y la creación de emprendimientos turísticos, los habitantes de la región han encontrado nuevas oportunidades económicas que van de la mano con la conservación ambiental.

Con nuevas rutas ecológicas y una oferta turística que incluye safaris fotográficos, paseos en lancha y senderismo, los Esteros del Iberá están posicionados como un destino único en Sudamérica.

Este modelo de turismo sustentable demuestra que es posible combinar desarrollo económico con preservación ambiental, marcando el camino para otros destinos en el país. 

Considerado como un sitio de referencia internacional en ecoturismo, es uno de los destinos emergentes mejor posicionados del norte argentino. En la provincia de Corrientes, los esteros del Iberá son la opción ideal para disfrutar la gran variedad de fauna y flora del segundo humedal más grande del mundo tras El Pantanal del Mato Grosso brasilero.

La Reseva Natural drel Iberá abarca un millón y medio de hectáreas e incluye el Parque Nacional Iberá con 158.000, el provincial con 592.700 y el Gran Parque con 750.700 que incluyen esteros, ríos y lagunas, pastizales, palmares de caranday y montes nativos con árboles de gran porte como el alecrín, higuerón, urunday, viraró, timbó y laurel negro. 

Especialista en certificar destinos con cielos limpios de contaminación visual, la fundación española Starlight distinguió a los Esteros del Iberá, en la provincia argentina de Corrientes, como un ícono del astroturismo gracias a la calidad de su celaje sin iluminación artificial permitiendo observar las estrellas con máxima claridad.