A un costo de ochenta millones de reales, el equivalente a quince millones de dólares estadounidenses al cambio oficial, esta obra ABC1 se desarrollará en el predio del aeropuerto internacional paulista para orientarse a la aviación comercial aunque sus autoridades tienen pensada una segunda etapa a mediano plazo para extenderse al segmento de los jets privados mediante la construcción de una pista para vehículos aéreos urbanos.
Considerada una terminal de lujo inédita para nuestra región, la obra será fruto del acuerdo suscripto entre AEPM Brasil, filial de la firma canadiense AEPM International, con GRU Airport, la concesionaria que administra el principal aeropuerto paulista.
Como parte de sus prestaciones del más alto nivel habrá una sala de negocios de diseño ergonómico, un área infantil insonorizada, salón para fumadores, un Sleep Lounge para dormir una siesta o distenderse, servicios de planchado y baños con duchas de alta presión.
Según la compañía, el pasajero llegará a la terminal en una limusina a la que estará aguardando un botones para encargarse del equipaje y los trámites del check-in del vuelo.
En el nuevo espacio se ofrecerán otros servicios que ya existen en Guarulhos como tiendas Duty Free o alquiler de autos. El restaurante ofrecerá una carta gourmet con manjares elaborados por renombrados chefs locales.
Los ingenieros a cargo del proyecto estimaron que la obra durará dieciocho meses y, una vez finalizada, se atenderán a 75 pasajeros diarios al inicio hasta alcanzar un promedio de 200 arribos cotidianos.
En la actualidad se evalúan acuerdos con empresas de tarjetas de crédito que faciliten a sus clientes el acceso a la exclusiva terminal aérea que se ubicará en un área entre el sector 3 y los hangares de American Airlines y de Latam Brasil.
A nivel global, el aeropuerto internacional de Hamad (HIA) de la ciudad qatarí de Doha fue distinguido por segunda vez consecutiva con el premio SkyTrax Word Airport Awards por ser el mejor del mundo entre un total de 550 pistas de los cinco continentes.
Al mismo tiempo, por iniciativa del gobierno neerlandés, el aeropuerto Schiphol de la ciudad holandesa de Ámsterdam limitó la cantidad de vuelos diarios permitidos para garantizar la tranquilidad de los residentes locales ya que, desde noviembre de 2023, no se podrá superar los 440.000 vuelos anuales para reducir los ruidos molestos producidos por los aviones.