Visit Copenhagen, en su carácter de máxima autoridad turística gubernamental de la capital danesa, anunció que el programa convertirá las acciones ecológicas en moneda de cambio para experiencias culturales en este destino turístico.
Entre las actividades que serán recompensadas se incluye la recolección de basura y el uso del transporte público. Por ejemplo, los visitantes que lleven residuos plásticos a la Galería Nacional de Dinamarca podrán acceder a un taller donde los transformarán en obras de arte, mientras que aquellos que se desplacen en bicicleta o transporte público a la central térmica de la ciudad podrán disfrutar de una pista de esquí artificial situada en la azotea del edificio.
Esta iniciativa bautizada CopenPay ofrece acceso gratuito a museos, alquiler de kayaks y almuerzos vegetarianos elaborados con productos locales como recompensa por las acciones sostenibles de los visitantes que arriben a la capital de Dinamarca.
La iniciativa busca fomentar un turismo más responsable y alineado con los valores ecológicos de la ciudad que se posicionó como un modelo a seguir gracias a su arquitectura, gastronomía de calidad y un entorno seguro y verde.
Con 382 kilómetros de carriles para bicicletas y un 62% de la población que usa este medio de transporte, Copenhague es un ejemplo de movilidad sostenible. Según Mikkel Aarø Hansen, director general de Wonderful Copenhagen, el objetivo del programa es permitir que los visitantes disfruten de la ciudad mientras reducen su impacto ambiental, creando experiencias significativas y responsables.
Las recompensas se podrán obtener mostrando billetes de transporte público, entre otras acciones, y el sistema se basa en la confianza. Además, un mapa en línea indica los más de veinte locales participantes. Si el proyecto piloto tiene éxito, podría expandirse para aplicarse durante todo el año.
Este lanzamiento ocurre en un contexto de creciente preocupación por el impacto ambiental y social del turismo, que ha generado protestas en destinos como Barcelona, Canarias y Mallorca. Hansen destacó la importancia de transformar el turismo en una fuerza de cambio positivo, modificando la manera en que los turistas se desplazan, consumen e interactúan con los locales para reducir la carga ambiental.