El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo destacó que esta estrategia alivió la saturación en Machu Picchu y también generó beneficios económicos para las comunidades aledañas.
“Estas rutas ofrecen una experiencia más tranquila y auténtica que los visitantes valoran cada vez más”, afirmó el ministro de turismo peruano Juan Carlos Mathews en declaraciones formuladas a los medios de comunicación de su páis.
El plan incluyó mejoras en infraestructura y capacitación para guías locales, quienes ahora cuentan con certificaciones internacionales en turismo sostenible. Además, se lanzó una campaña de marketing digital que posicionó a Cusco como un destino integral, más allá de su principal atractivo.
Entre las rutas más populares, Choquequirao destaca por ser conocida como "la hermana sagrada de Machu Picchu", mientras que la Montaña de los Siete Colores sigue ganando adeptos por su espectacular paisaje natural. Ambos destinos están conectados mediante paquetes turísticos que fomentan la permanencia prolongada de los visitantes.
Este enfoque no solo fortaleció la economía local, sino que también preservó el valor cultural y natural de Cusco, consolidándolo como un ejemplo de turismo responsable en América Latina.
Los expertos de la Organización Mundial de Turismo (OMT) consideraron que Perú es el segundo país sudamericano que más lejos se encuentra de recuperar los niveles de turistas extranjeros que tenía antes de la pandemia.
A fines de mayo pasado, el gobierno de Perú anunció que lanzará su programa Turismo Emprende Edición 2022 distribuyendo 4.23.064 soles no reembolsables, el equivalente a 1.228.021 dólares estadounidenses, para que el sector privado instrumente acciones que impulsen la industria de los viajes a nivel nacional tras las pérdidas sufridas por la pandemia de Covid-19.