Se logró la flexibilización sanitaria total para ingresar al destino más importante de Oceanía. A partir del pasado miércoles 6 de julio no se exige el esquema de vacunación contra el Covid-19 al ingresar a las fronteras o aeropuertos de Australia aunque se mantiene la obligación de utilizar barbijos o tapabocas durante los vuelos internacionales a ese país.
De acuerdo a la nueva normativa del ministerio de salud australiano, los viajeros arribados del exterior ahora no deberán exhibir su esquema de vacunación, ni siquiera declarar si recibieron alguna dosis contra el coronavirus.
“El gobierno australiano toma decisiones sobre cuestiones relacionadas con el COVID después de considerar los últimos consejos médicos”, dijo el ministro de salud federal de Australia, Mark Butler, en el comunicado de prensa donde anunció que ya no es necesario que los viajeros declaren su estado de vacunación contra el coronavirus al arribar al país.
A su vez, la titular de la cartera de asuntos internos, Clare O’Neil, también reveló que se eliminaría la declaración digital de pasajeros de la nación requerida para los viajeros internacionales que regresan a Australia.
Tras dos años de férrea restricción para evitar contagios masivos de Covid-19, Australia reabrió sus fronteras internacionales el lunes 21 de febrero pasado para todos los viajeros y titulares de visados que acrediten fehacientemente haber recibido dos dosis de la vacuna contra el coronavirus, requisito ahora en desuso ante la baja de contagios y la necesidad de reactivar el turismo receptivo.
De esta forma, los viajeros vacunados o no vacunados que ingresan o salen de Australia no deben preocuparse por su estado de vacunación ni requieren una prueba negativa. Los cruceros, además, pueden ingresar al territorio australiano sin necesidad de completar una declaración de viaje marítimo.
A mediados de abril pasado, por primera vez después de dos años de cierre de fronteras debido a la pandemia de Covid-19, Australia recibió un crucero internacional con la esperanza de retornar a las épocas previas a 2020 cuando arribaban 350 embarcaciones por año con un tráfico de 600.000 pasajeros que aportaban 3.800 millones de dólares en consumo de productos y servicios locales.
O’Neil también aseguró que la eliminación de estos requisitos reducirá los retrasos en los aeropuertos y “animará a más visitantes y trabajadores calificados” a viajar a Australia.
“Sé que cualquiera que haya viajado internacionalmente desde que se abrieron las fronteras encontrará esto como una cosa menos de qué preocuparse, especialmente a medida que más australianos vuelven a viajar al extranjero”, concluyó la ministra.