De acuerdo a las proyecciones elaboradas por la Subsecretaría de Turismo de Chile, el regreso masivo de viajeros argentinos a las diferentes regiones trasandinas es resultado directo del levantamiento de las restricciones sanitarias más la apertura de pasos fronterizos sumado a una mayor conectividad aérea.
Las autoridades chilenas informaron que el pasado lunes 2 de enero, por el complejo El Libertador, ingresaron país más turistas argentinos que en todo enero del año pasado, un dato alentador que permite ilusionarse con las estimaciones oficiales.
Desde las oficinas de migraciones se comunicó que se espera que 247.620 turistas argentinos ingresen por vía aérea al territorio chileno mientras 391.722 lo harían por vías terrestres, cantidad que equivale al 62% del total.
Además, el ingreso de visitantes argentinos corresponderá al 38,65% de 1.654.207 turistas extranjeros que se espera que lleguen a Chile para vacacionar en este periodo estival.
Según estimaciones del gremio turístico, Chile recién en cuatro años y medio podría recuperar las cifras que tenía en la época previa a la pandemia cuando recibía anualmente a seis millones de turistas procedentes del exterior.
Sin embargo, las dificultades del turismo chileno se originaron antes de surgir el Covid-19 porque, tal como coinciden los agentes de viaje y operadores privados, mermó un 30% el arribo de visitantes extranjeros a partir de la ola de protestas sociales de fines de 2019 en la capital de Santiago y las principales ciudades trasandinas.
Por octavo año consecutivo, Chile fue designado como el mejor destino de turismo aventura de América del Sur en la ceremonia de entrega de premios World Travel Awards (WTA) celebrada en Jamaica donde también fue distinguido por quinta vez como el número uno de los destinos románticos sudamericanos.